La conferencia, que ahora se llama "Escenas de amor, eros y el dios  Pornos en la obra de García Márquez", según el severo juicio de "L" estuvo bien.Ella generalmente descalifica todo lo que hago, ya conoce mis historias, mis tics, mis trucos y me ha oído posiblemente 50 conferencias en los veintitatos años que llevamos juntos. Y explicó: "Como estabas cansado y no  habías dormido sino tres horas despues de un viaje de 24 horas, ya no te desviste del tama ni te metiste en tantos vericuetos". Profesores de 15 o veinte universidades norteamericanas y españolas conviven apenas dos días y se someten a maratónicas mesas redondas, con pausas para comer y tomar café. Hay camaradería y poca impostación, a diferencia de otros congresos, en los que hay competencias de egos. Aquí o hay eso por una razón sencilla: el único escritor que escribe literatura soy yo; los demás son académicos e investigadores literarios. Lo que se puede contar sobre el congreso es bastante convencional, diría, hasta aburrido (para el que no sea especialista). Lo demás vale la pena comentarlo: los platos del hotel ya no son de vajilla sino de plástico, los cubiertos también, pero están cubiertos con una capa plateda que engaña al ojo (pero no a la mano), una vez que pasan los ágapes, la comida se tira a la basura, la tina no es de mármol ni de fibra de vidrio sino de una especie de plástico bastante frágil, el restaurante es atendido por una sola chica que hace todo y que viste de forma informal, en el hotel no hay botones, solo un recepcionista y una camarera que deben trabajar como locos, en las tiendas atienden ancianos... Este parece ser un  mundo que corre aceleradamente hacia la eliminación del ser humano, de la natural naturaleza. Ya no se producen artefactos para que duren sino para que se acaben pronto, de modo que los industriales puedan tener más y más ganancias a costa de la Tierra. Adónde irán a parar los miles, millones de toneladas que diariamente produce cada ciudad norteamericana... Hablando sobre el asunto con Peter Broad llegamos a la conclusión de que el planeta, al ritmo que vamos reventará en el término de veinte años. ¿Qué vamos a hacer? Encontrar un planeta habitable en la actualidad parece improbeble y más improbable trasladar a la población mundial, dijo Peter. No te preocupes, ironicé: pasado mañana un científico loco va a abrir un tunel en el espacio y el tiempo y comenzaremos a trasladarnos a un iniverso adjunto, que tendrá una Tierra nueva, en estado original, y allí comenzaremos nuestra labor de corrosión... Y una vez que hayamos destrozado esa Tierra, abriremos otro tunel y pasaremos a Tierra III y así sucesivamente hasta la eternidad.