PREMIO INTERNACIONAL DE NOVELA JOSÉ EUSTASIO RIVERA 2012

noviembre 02, 2011

En 1988 se entregó el Primer Premio Internacional José Eustasio Rivera en la Ciudad de Neiva, capital de tierra caliente de Colombia y lugar de nacimiento del autor de La Vorágine, una de las tres novelas más importantes que ha dado nuestro país. El premio se le otorgó a mi novela Los placeres perdidos, honor que ha estimulado y fundamentado mi carrera. Para el 2012 el concurso se internacionalizará y tendrá una dotación de 80 millones de pesos, lo que lo "posicionará" como uno de les certámenes de novela con bolsas más cuantiosas. Para celebrar los 25 años del concurso he sido invitado a Neiva el próximo mes de mayo de 2012. Espero que no haya obstáculos para asistir.

Reproduzco un documento sobre el Concurso, su importancia y sus perspectivas:

BAJO EL LIDERAZGO DE GUILLERMO PLAZAS ALCID LA BIENAL NACIONAL DE NOVELA JOSE EUSTASIO RIVERA SE INTERNACIONALIZA EN LOS CUATROCIENTOS AÑOS DE FUNDACIÓN DE NEIVA. POR INICIATIVA DEL DESTACADO DIRIGENTE, EL SENADO DE LA REPÚBLICA APROBÓ LA LEY 42 POR LA CUAL CREA ESTE IMPORTANTE EVENTO.  PLAZAS ES UNA DE LAS FIGURAS QUE MEJOR INTERPRETA LA REALIDAD HUILENSE. SU  PROYECTO, IGUAL QUE OTRAS PROPUESTAS  SUYAS ES ASUNTO DE DIGNIDAD Y OPORTUNIDAD QUE DESPIERTA LA ATENCIÓN DE  ESCRITORES, INTELECTUALES, PROFESORES Y DIRIGENTES A NIVEL LOCAL Y NACIONAL.
ANTECEDENTES            
Para conmemorar el Centenario del nacimiento de José Eustasio Rivera, el Congreso de la República, por iniciativa del senador Guillermo Plazas Alcid, aprobó la Ley 42 de 1988, mediante la cual, se crea entre otras La Bienal Nacional de Novela. El objeto de la Ley, fue   facilitar los recursos necesarios para dicha conmemoración, además de la realización de obras como el Centro de Convenciones José Eustasio Rivera. Sin duda, se trató de una iniciativa que mirándola detenidamente cumplía varios propósitos: el  primero de ellos, rendir homenaje al mayor de los cantores de este  Valle de las Tristuras y, por otra, construir, dotar y poner en funcionamiento el centro de cultura que llevara el  nombre del autor de Tierra de Promisión. 
Como todas las cosas de buenas intenciones en el país,  desde sus inicios, han tenido que recorrer un camino bastante tortuoso que va, desde la inclusión de la partida  inicial para el comienzo de la celebración del Centenario y el inicio de la obra material, fijada en $80.000.000 millones de pesos de la época; hasta la edición completa de la obra literaria del autor conmemorado, incluyendo conferencias, evocaciones, documentos relacionados con su vida político-cultural.
Para  muchos,  evocar es recordar y eso es sencillamente lo que se pretende a través de esta nota, porque no puede ser de otro modo, entre otras razones, porque en las rememoraciones están las reflexiones sobre las contradicciones que se dieron en un momento dado, lo que sin duda, puede explicar de alguna forma como se presentaron y qué grado de ingerencia tuvieron quienes estaban al frente de la responsabilidad histórica, de donde parte un asunto como la adquisición del lote de la vieja cárcel de Neiva, la demolición de la misma, la colocación de la primera piedra y el inicio de la obra en sí, asuntos en los que tiene que ver la figura de Guillermo Plazas Alcid y el gobernador Félix Trujillo Trujillo, obra que prosiguieron casi todos sus sucesores.
 Por estar el doctor Guillermo Plazas Alcid, directamente comprometido en la ejecución de dicho proyecto, a través de esta faceta de su vida, podemos apreciar ya no el hombre político, de grandes lides de plazas públicas con su partido, sino, que  desde entonces podemos saber a ciencia cierta, de  su enorme interés por la cultura,  de su convencimiento por las bondades de  la educación, donde caben sus iniciativas y apoyo a los colegios de bachillerato nocturno, su gran impulso a la Universidad Surcolombiana, la creación de la Fundación Tierra de Promisión, lo que está reflejado en diferentes artículos  en el semanario  El Debate, en iniciativas de obras en la ciudad de Neiva como el estadio de fútbol y otras obras, razón por la cual recibe  reconocimiento y testimonios de sus conciudadanos. 
Podría pensarse que esas múltiples actividades dejaran de lado la Bienal Nacional de Novela. No, al contrario la misma se estructuró a tal punto, que siendo alcalde de la ciudad, el Honorable Concejo Municipal avaló su proyecto mediante Acuerdos 052 de 1996 y, 052 de 2009 y el convenio Interinstitucional que involucra a la Universidad Cooperativa de Colombia a partir del  30 de diciembre de 2000.
Este hombre sencillo ha ido madurando su pensamiento, adaptándolo al espíritu de la modernidad y al medio en el que le ha correspondido desenvolverse, lo que equivale al derecho de pensar y respetar el pensamiento del otro, en una sociedad difícil, en donde el principio a la vida, bien y honra no está plenamente garantizado, sino, que más bien son parte de la capacidad de coexistir para ser testigos y arbitro de asuntos relacionados con el bienestar común de sus conciudadanos. 
BREVE RESEÑA
En la celebración del primer Centenario del nacimiento de José Eustasio Rivera, se hace un enorme esfuerzo  histórico, cultural, artístico y literario. Bajo la Coordinación de Isaías Peña Gutiérrez, se llevan a cabo conferencias, recitales poéticos y la edición de la obra completa del poeta y novelista homenajeado. También llegan a la ciudad por iniciativa de Isaías destacados escritores: Germán Espinosa, Manuel Mejía Vallejo, Rafael Humberto Moreno Durán, Armando Orozco, Marco Tulio Aguilera Garramuño, Benhúr Sánchez Suárez, a los que se suma un número importante de escritores  y artistas locales.
En realidad, después de la fiesta de Los Papelipolas con Gonzalo Arango, paseando las calles de Neiva en burro,  en el Festivalito Cultural de Neiva en 1957, no se había dado algo parecido desde entonces. En la fiesta del Centenario, como es de suponer, la atención se centró en determinados personajes de la vida cultural y política del momento. Tal vez, los eventos más significativos fueron la premiación del ganador de la Primera Bienal, Marco Tulio Aguilera Garramuño, la entrega de la obra de José Eustasio y, con seguridad, el inició de una nueva etapa de las letras del Huila, porque  no fue solo  instalar y dejar a la deriva una velada, sino, crear un espacio que han  conservado con éxito sus organizadores. A pesar de las dificultades, la Bienal existe desde 1988 y se prepara para continuar adelante, con el apoyo del Municipio de Neiva a través de su alcalde y la Dirección de Cultura.
En el país han existido y existen muchos concursos de cuento, poesía y novela. Sin embargo, ninguno cuenta con Ley del Congreso de la República ni Acuerdo del respectivo Concejo de la ciudad donde se desarrolla, no obstante, en esas ciudades, existe más compromiso y más identidad con esos eventos, que el que le brinda la clase dirigente y el ciudadano común a una actividad de esta naturaleza en nuestra urbe.
No se puede negar que la vida cultural, intelectual y política en nuestro medio ha ampliado su radio de acción, tampoco se puede negar que muchos habilidosamente han sacado partida de ello, conjugando una serie de elementos, en donde cabe mencionar la desaparición paulatina del proceso de secularización que la había   caracterizado, con lo que se da apertura a procesos de individualización de la expresión de la cultura y el arte, lo que de paso fortalece el individualismo como base y fundamento del desarrollo de una sociedad en crisis y gravemente deteriorada en la concepción de sus valores, marcada por el desconocimiento de los suyos  y,  por ende,  la falta de enseñanza en las escuelas, colegios y universidades de los hombres y mujeres que precedieron a Rivera, asunto que nos permita tener un panorama más amplio de las letras huilenses.
El doctor Guillermo Plazas y el  Huila, deben  tener claro que desde el 12 de febrero de 1988, cuando se decidió el ganador de la Primera Bienal Nacional de Novela, la historia literaria del Departamento es otra porque, desde entonces, muchos hombres del país dedicados a las letras, se han fijado en esta comarca con el propósito de dar a conocer sus obras o ganarse la Bienal.  Ahora bien, el tiempo que no se detiene nos indica que la Fundación Tierra de Promisión, convoca con el entusiasmo de siempre a los escritores del Departamento y el país para que participen de uno de los legados más importantes que han recibido estas tierras, por eso, debemos recordar a Thedor Adorno, cuando expresó: “Hay que saber reorientar el pensamiento y la acción para que la barbarie no se repita”.
LA FUNDACIÓN TIERRA DE PROMISIÓN
La Fundación Tierra de Promisión (Ley 42 de 1988) La Alcaldía de Neiva (Acuerdos 052 de 1996 y 052 de 2009) y la Universidad Cooperativa de Colombia (Convenio Interinstitucional entre la Fundación Tierra de Promisión y la Universidad Cooperativa de Colombia, de 30 de diciembre de 2000), son las instituciones  responsables  de la Bienal Nacional de Novela José Eustasio Rivera.
La Fundación para la Enseñanza y Promoción de los Oficios y las Artes, Tierra de Promisión, fue creada el 13 de julio de 1984 y en el  Acta de Constitución intervinieron 260 personas. La misma cuenta con tres instrumentos operativos a saber: Ley 42 de 1988, Acuerdos 052 de 1996 y 052 de 2009 y  Convenio Cultural Interinstitucional con la Universidad Cooperativa de Colombia, de 30 de diciembre de 2000.  En el Artículo 4º. De la Ley 42 se lee: “Establécese la Bienal de Novela Colombiana, o de Crítica Literaria, a partir de 1988, y deléguese su organización a la Fundación para la Enseñanza y Promoción de los Oficios y las Artes, Tierra de Promisión, con sede en la ciudad de Neiva”.
El 1 de diciembre de 2006 en el evento de  premiación de la X Bienal de Novela José Eustasio Rivera, la alcaldesa de la ciudad, doctora Cielo González Villa, aceptó y dio vía libre a la propuesta oficial de parte del doctor Guillermo Plazas Alcid, de  Internacionalizar la Bienal de Novela José Eustasio Rivera, evento que se llevará a cabo a partir de la XIII convocatoria nacional y I Internacional en 2012 durante la conmemoración de los 400 años de fundación de la ciudad de Neiva, con apoyo decisivo de la Caja de Compensación Familiar del Huila, en cabeza del doctor Armando Ariza Quintero.                   
LEY 42 DE 1988
(Septiembre 16)
LEY POR LA CUAL SE INSTITUYE LA BIENAL NACIONAL DE NOVELA JOSÉ EUSTASIO RIVERA Y,  SE ORDENA LA CONSTRUCCIÓN DEL CENTRO CULTURAL Y DE CONVENCIONES EN HOMENAJE AL ILUSTRE NOVELISTA  POETA HUILENSE. EL PROYECTO ES INICIATIVA DEL DOCTOR GUILLERMO PLAZAS ALCID.
LEY 42 DE 1988
(Septiembre 16)
Por la cual se conmemora el centenario del nacimiento de un eximio ciudadano, y se dictan otras disposiciones.
El Congreso de Colombia,
DECRETA:
Artículo 1º. La Nación se asocia el júbilo de las letras americanas con motivo de la celebración del primer centenario del nacimiento de una de sus mayores glorias; el poeta y novelista José Eustasio Rivera.
Artículo 2º. En homenaje al ilustre escritor colombiano José Eustasio Rivera, el Congreso Nacional contratará con cargo en su presupuesto, la elaboración de un retrato al óleo, el cual será colocado en ceremonia especial en lugar prominente del Capitolio Nacional.
Artículo 3º. Ordénese, bajo la dirección del Ministro de Educación Nacional, la recopilación, preparación, edición y distribución de la obra completa del novelista y poeta huilense José Eustasio Rivera. Los ejemplares de esta obra se destinarán a las bibliotecas escolares.
Artículo 4º. Establécese la Bienal de Novela Colombiana, o de Crítica Literaria, a partir de 1988, y deléguese su organización a la Fundación para la Enseñanza y Promoción de los Oficios y Artes, Tierra de Promisión, con sede en la ciudad de Neiva.
Artículo 5º.  En la ciudad de Neiva, cuna del novelista y poeta José Eustasio Rivera, el Gobierno Nacional por conducto del Ministro de Obras Públicas y Transporte proyectará, construirá, dotará y pondrá en funcionamiento un centro de cultura popular denominado José Eustasio Rivera.
La actividad cultural de este centro, estará programada y dirigida por el Ministerio de Educación Nacional, o por la entidad que éste señale.
El Gobierno propondrá la inclusión de ochenta millones de pesos ($80.000.000) en el presupuesto Nacional de la vigencia fiscal siguiente a la expedición de la presente Ley con destino al cumplimiento del presente artículo.
Artículo 6º. Autorízase al Gobierno Nacional para celebrar los contratos que se requieran para el cumplimiento de los artículos anteriores.
Artículo 7º.  El Gobierno Nacional propondrá la inclusión de cincuenta millones de pesos ($50.000.000) en el Presupuesto Nacional de la vigencia fiscal siguiente a la expedición de la presente Ley, los cuales se destinarán al cumplimiento de lo ordenado en sus artículos 2º. y 3º.
Artículo 8º.  El Gobierno Nacional queda facultado para realizar los créditos, contra- créditos y efectuar las operaciones que sean necesarias para dar cumplimiento a lo dispuesto en los artículos anteriores.
Artículo 9º.  La presente Ley rige s partir de la fecha de su promulgación.
OJALÁ LAS NUEVAS  GENERACIONES DE HUILENSES Y COLOMBIANOS ENCUENTREN EN ESTA LABOR QUE FORMA PARTE DEL PATRIMONIO COLOMBIANO, UN EJEMPLO DE CÓMO SE PUEDE MANTENER VIVA LA VOZ DE UN ESCRITOR A PESAR DE MÚLTIPLES DIFICULTADES.
LA BIENAL DE NOVELA JOSE EUSTASIO RIVERA HA PERMITIDO A LOS ESCRITORES ARMAR Y DESARMAR EL ROMPE CABEZAS DE HISTORIAS, IDEOLOGÍAS, AMORES Y ENOJOS POR EL QUE  TARDE O TEMPRANO PASA EL ESPEJO HUMANO. ESTA RESEÑA ENFRENTA A LOS LECTORES CON EL IMPERTINENTE OFICIO DE QUIENES MIRAN A SUS ALREDEDORES PARA CONTAR DE MANERA INDISCRETA Y DESCARNADA ASUNTOS DE VIDA.

PRIMERA BIENAL NACIONAL DE NOVELA JOSÉ EUSTASIO RIVERA, 1988
OBRA PREMIADA: LOS PLACERES PERDIDOS
AUTOR: MARCO TULIO AGUILERA GARRAMUÑO
 LO PICARESCO, FUNDAMENTADO EN LA IRONIZACIÓN
Su novela “Los placeres perdidos”, es la historia de un hombre que recibe distintos nombres de sus tías: Adolfo, Dolfo, Delfín…, ellas lo veneran, le respetan sus andanzas por Cali y Pance con su maletín y útiles: Rapidógrafo, lapicero fino de arquitecto, de tinta verde, una flauta que toca con asombro de enamorado - asunto habitual en él- un frasco de mermelada, varios cuadernos en donde están escritas seis o siete novelas que inició con el conocimiento de las primeras letras, en caracteres góticos y viñetas, lo que le ha valido fama de genio, a lo que agrega algunas partituras de su ingenio, inconclusas, igual que las novelas. En uno y otro trabajo se concibe un mundo sin absolutos, sin pretensiones y con una percepción generalmente equivocada, en donde el erotismo es la prueba fundamental de la existencia, la confirmación suprema de la ironía, la fantasía y la recreación de historias para cuestionar y persuadir a través de la riqueza propositiva exagerada, algunas veces,  en lo irónico y en el énfasis de los devaneos eróticos y de las múltiples aventuras sexuales, en donde los símbolos, parodias y escenarios sirven para cuestionar las costumbres y formas de vida de una sociedad en la que amor y muerte forman el complejo ritual que la reinterpreta; de ahí que el cuerpo del joven Adolfo no sólo sirve de recuerdo incestuoso de las tías, sino que también es fuente de deseo de quienes lo ven, asunto al que no escapa ni siquiera el ilustre profesor Paz.
Adolfo es desbordado por los acontecimientos y los  sueños,  como el de tener un piano doméstico de gran calidad, negro retinto, igual a un corcel árabe,  para ponerle música al mundo;  por lo que proyecta adaptarle ruedas para llevarlo tirado de una bicicleta por todas partes, pero también escribe con la ilusión de ganarse un premio para la cuota inicial de Steinway; desarrollar  su carrera con el piano portátil en la Plaza Caicedo y Cuervo para comprar con las ganancias un instrumento llamado Cromuno del siglo XVIII,  en una tienda de Rótterdam.
Jurado: Néstor Madrid-Malo, Benhúr Sánchez Suárez, Gustavo Álvarez Gardeazábal 
MARCO TULIO AGUILERA GARRAMUÑO. Nació en Bogotá en 1949. Ha publicado los libros: Breve historia de todas las cosas  (novela),  1975; Alquimia popular (cuentos), 1979;  El arte como problema (conferencia) con varios autores, 1979; La cuadratura del huevo (ensayos), 1979; Cuentos para después de hacer el amor, 1983; Paraísos hostiles (novela), 1985; Mujeres amada (novela), 1988;  El juego de las seducciones (novela),1989; Los placeres perdidos (novela), 1989; Los grandes y los pequeños amores, (cuento), 1990; Las noches de Ventura (novela), 1995; Buenabestia (novela), 1995; Las pasiones extrañas (cuento), 1993. Ganó la Primera Bienal de Novela José Eustasio Rivera en 1988, con los Placeres Perdidos, el titulo con el que participo la obra es: Venturas y Desventuras de un Frenáptero.
SEGUNDA BIENAL NACIONAL DE NOVELA JOSÉ EUSTASIO RIVERA, 1990

OBRA PREMIADA: LA ESTRELLA DE PAPEL

AUTOR: ENRIQUE CABEZAS RHER                  



LA OBRA Y SU ENTORNO 



La historia de “La estrella de papel” es común,  familiar,  y tiene el ambiente que quizá sea el propicio en la alternancia de los planos temporales, en razón de la vivacidad compleja  y sugerente en algunos casos de la vida de los burócratas, el papel que desempeñan en la sociedad, la relación entre sí y con los demás, lo que lleva a comprender el valor y el alcance propuesto, al reflejar una verdad que aparentemente es asunto  de algunos, para hacerla desembocar con precisión en realidad absurda, conectada en el relato por memorandos que dejan en claro el clímax y a menudo la sátira y los cuestionamientos con los que va recreando lo cotidiano, la mojigatería y las contradicciones, que hacen resaltar no sólo la vida de esas personas, sino también, la forma como están inmersas en el mundo y en la memoria del entorno; lo que se aprecia desde el comienzo por los vicios y costumbres de los burócratas, amaestrados por la dirigencia gubernamental, por lo que son  llevados a  un desfile militar en donde el presidente y los soldados rinden tributo a la bandera, partiendo del palacio de gobierno, transitando por la carrera séptima donde está el conserje Ismael Mondragón, personaje horrible,  poderoso e imprescindible del sistema; puente de comunicación entre el pueblo y sus superiores a los que trasmite por señales,  gestos y voz ronca, cuanto ocurre.

Esto que aparenta ser ficción, resulta ser la verdad del país y representa una forma de ser tradicional, en donde el presente tiene sentido por el pasado, porque todo ha sido así, de ahí que sea una realidad calamitosa, degradante y descarnada, que muestra el estado de sumisión de un pueblo, sujeto a los políticos corruptos en alianza con la iglesia, terratenientes y empresarios; por lo que no hay reivindicaciones, sino que los elementos claves del estamento le sirven de soporte para mantenerlo, tal como se aprecia con las recomendaciones para conseguir empleo  del senador Misael Cortéz, ser despreciable y ruin, que se baja los calzones y muestra el pene en las recepciones, sin embargo, es  instrumento eficaz del sistema en ese mundo desesperanzado.

Jurado: Manuel Mejía Vallejo, Álvaro Pineda Botero, Germán Espinosa



ENRIQUE CABEZAS RHER. Nació en Guapi, Departamento del Cauca en 1941, cursó sus primeros estudios en Buenaventura y Cali.  Estudió Sociología y Ciencias Políticas y Administrativas.  Es Magíster en Administración Industrial.  Recibió primera mención en la Revista Innova en 1966, mención en el Concurso de Cuento de la Universidad Externado de Colombia en 1972 y el Concurso de Ciudad de Ibagué en 1971 y 1972. Segundo Premio en el Concurso de Cuento “Máximo Gorki” de la Embajada Rusa y el Instituto Colombo - Soviético en 1972. Obtuvo el Segundo Premio en el Concurso de Cuento Mundo Visión, en 1973; el Tercer Premio en el Concurso Cultural de Bolívar, en 1974. Fue primera mención en el Concurso del Instituto Cultural de Popayán en 1976. Primer premio en el Concurso de Cuento Prensa Nueva de Ibagué en 1988.

Su primera novela,  Miro tu lindo cielo y quedo aliviado, ganó el primer puesto en la Bienal de Novela de 1981 en Cali. En 1987, semifinalista en el Concurso de Novela Plaza & Janes, con Luisa o el Infierno Rosado.  La Estrella de Papel, su tercera novela obtuvo el primer premio en el Concurso de Novela Ciudad  de Pereira en 1988. Otras novelas suyas son: Los días que están dentro del Espejo y el Capitán del Capitán. Ganó la Segunda Bienal de Novela  José Eustasio Rivera en 1990, con La Estrella de Papel.



TERCERA BIENAL DE NOVELA JOSÉ EUSTASIO RIVERA, 1992

OBRA PREMIADA: NO MIRES ATRÁS

 AUTOR: JUAN CARLOS RUBIANO



LAS PAUSAS DE LA TRAGEDIA



Es interesante el contrapunteo narrativo, en donde hay una predisposición fragmentaria de la historia, que de a poco se va metiendo en la mente del lector por medio de acontecimientos que se van rearmando mediante la rememoración y a través de una  búsqueda ansiosa del ser perdido, amado y ausente-presente, lo que genera indagaciones  delíricas, caóticas, en un ambiente y una atmósfera sórdidos, en un medio telúrico en donde se  lucha, se proyecta y  explica en cierto sentido la tragedia al descubrir en un encuentro fortuito la amada, convertida en indigente, lo que  no deja de ser más que una ironía, porque Arturo en medio de la noche y en el encuentro casual la reconoce y decide matarla para terminar con su dolor.

El narrador referencia la decepción amorosa de Arturo y Marcela al momento de conocerse, casi sin  hacer juicios, dándole dinamismo a la historia,  por lo que al  cumplir diez años de matrimonio encuentran una extraña  relación con el número 13 y él en esa búsqueda, en ese desdoblamiento, intenta darle una explicación al accidente aéreo en el que iban 53 pasajeros, 2 cabineras, el piloto y el  copiloto. De pronto se le viene a la mente un viejo accidente y un cuadro donde hay un árbol del que brotan gusanos con cabeza de caballo que pintó Arturo  16 años  atrás. Esos elementos crean la atadura, las peripecias, la realidad y la teoría sobre los accidentes aéreos, las especulaciones sobre los seguros y la idea de que los pasajeros fueron drogados con escopolamina, abandonados en una pista clandestina y el avión utilizado en el tráfico de drogas, lo que nos indica que el narcotráfico emerge con gran dinámica en una región propicia y en donde la gente tiene gran predisposición a ello, en razón a que proporciona dinero fácil, de ahí que lo expuesto sea totalmente válido, máxime cuando Tito y el señor X ven la oportunidad de sacar ventaja del insuceso aunque parezca un poco fantasioso, porque se presume que los narcotraficantes no pueden dejar rastros.

La dinamización de la narración se acentúa en las contradicciones que van fluyendo mediante movimientos cinematográficos y conversaciones de autorreflexión, donde se aprecia a un Pablo ambicioso, egoísta y calculador, frente a un Arturo dudoso, indeciso, con aura de enamorado en el pasado y con la imagen de Ana, la mujer amada que había desaparecido hacía quince años, dándole vueltas en la cabeza, asunto que es aprovechado por éste para sacarle una buena suma de dinero mediante una trampa.

Jurado: Germán Castro Caicedo, Mario Jursich, Juan Luis Mejía



JUAN CARLOS RUBIANO VARGAS. Nació en Bogotá el 8 de julio de 1959.  Finalista en el Concurso Nacional de Cuento Gobernación del Quindío, en 1980.  Primer premio al primer Concurso Nacional de Crítica Cinematográfica de Focine en 1981. Primer premio en el Primer Concurso Latinoamericano del Libro de Cuentos de la “Revista del Sur” y la Universidad de la Sorbona, París, 1991.  Primer premio al mejor guión al Concurso Nacional de Video Ficción “Demetrio Aguilera Malta” convocado por Asocine, Quito, 1991.

Entre sus libros están: Crónicas Sincronicas de Jody Bayone – reportero, Tres exóticas Aventuras de Ray López: Detective privado. Ganó el concurso de Cuento del Tiempo.  Ha realizado cine, televisión y publicidad.

Ganó la Tercera Bienal Nacional de Novela José Eustasio Rivera con No mires atrás.



CON LA INTERNANCIONALIZACIÓN DE LA BIENAL DE NOVELA, GANA EL HUILA Y NEIVA PORQUE SE CONVIERTE EN EL CENTRO MÁS  INTERACTIVO DE LA NOVELA EN AMERICA, AL MOSTRAR UN PROYECTO CUYA FINALIDAD ES DEJAR VER LA CARA POSITIVA DE UNA LABOR CULTURAL QUE TRASPASA LAS FRONTERAS Y QUE TIENE COMO ECO LA VOZ DEL HOMBRE  DE TIERRA DE PROMISIÓN.





CUARTA BIENAL NACIONAL DE NOVELA JOSÉ EUSTASIO RIVERA, 1994

OBRA PREMIADA: MURIEL, MI AMOR

 AUTOR: ALBERTO DUQUE LÓPEZ



LA MÚSICA DEL PIANISTA Y EL CORO DE CANARIOS



Los libros de Alberto Duque López tratan asuntos de gentes sencillas,  preocupadas por problemas comunes como el amor, el sexo y el aspecto físico, ubicados siempre en las calles de  los barrios pobres y periféricos de Puerto Colombia y Barranquilla.  En ellos va recobrando sueños, ensueños y remembranzas, a manera de flash-back, de distintos acontecimientos que van desde el asesinato de tres mujeres una noche de carnaval por un estudiante de Barranquilla, hasta las rememoraciones de Alejandra con la música del pianista al que hacen coro diez canarios enjaulados, o Alejandra  trabajando en el periódico a la madrugada, en la sala de redacción repleta de colillas, latas de gaseosa, cervezas y cuartillas arrugadas, en donde aparece por primera vez el hombre gordo... sí el hombre gordo de Muriel, “solo, triste, abandonado como los cuerpos de los muchachos que un mediodía se tomaron la Embajada, estaban desesperados, gritaban, chillaban como locos, temblaban, tiemblas con el frío mientras va caminando a pocos pasos de la señora que quiso hacer las compras de Navidad, de una vez mientras el marido se quedaba escuchando los discursos y echando de menos los barquitos que cada hora salen del muelle y dan la vuelta a Manhattan...”, de esa forma analiza la situación política, la que asume y presenta con índole testimonial, con fuerza, argumentación y profundo contenido crítico,  cuidándose de no confundir, a la vez que hace minuciosas referencias a distintos aspectos de la vida nacional en su estilo característico, amainado de ricas imágenes lírico-metafóricas para mostrarnos la vida en continúo movimiento, en la ciudad o en las inmediaciones de un pueblo.

El amor y la violencia se entrecruzan para crear expectativas, enigmas y alucinaciones que se sintetizan en crímenes atroces, o en el triángulo de amor visualizado a través de una acumulación de recuerdos de sueños, de fantasmas y de experiencias traumáticas que desdoblan la psiquis..:”O un experimento que quiere visualizar muchas desesperanzas, o un divertimento, o una broma macabra, o un intento para darle una nueva piel al erotismo que puede nacer de un fragmento de jazz escuchado en medio del humo, a las tres de la madrugada”.

Jurado: Eduardo Santa, Isaías Peña Gutiérrez, Carlos Orlando Pardo



ALBERTO DUQUE LÓPEZ. Nació en Barranquilla en 1943.  Ha publicado entre otros los siguientes libros: Mateo el flautista, Premio Esso, 1968; Mi revolver es más largo que el tuyo; El pez en el espejo, Alejandra. Ganó la Cuarta Bienal Nacional de Novela “José Eustasio Rivera” con  Muriel Mi Amor. Colabora con diarios y revistas nacionales y extranjeros con cuentos, ensayos, reportajes y artículos sobre temas literarios y cinematográficos. 



QUINTA BIENAL NACIONAL DE NOVELA JOSÉ EUSTASIO RIVERA, 1996

OBRA PREMIADA: EL TIEMPO DE LAS SOMBRAS

 AUTOR: BORIS SALAZAR

         

EL SUEÑO AMERICANO



En la novela hay una alegoría referida a la travesía de los latinos al sueño americano, en especial  los colombianos; por eso,  desde el principio,  en su novela,  El tiempo de las sombras, el narrador está recordando que nació en Colombia, pero sabe de lo  duro de la vida en Estados Unidos, sobre todo cuando no se tienen ni siquiera proyectos de vida, es decir, se vive al día. Al ser llevado a Jackson Heights descubre un lugar tétrico donde la gente vive en función del dinero y de las apariencias y puede darse cuenta que ese es el reino de las víctimas, especialmente de los viejos que son arrastrados con promesas e ilusiones hasta encontrarse con los ricos sonrientes, tratando de venderles el sueño americano de la Florida: piscina, club de tenis, sauna y miles de amigos de la tercera edad, reflejan la subjetividad del entorno. La combinación de la ficción con elementos de la realidad deja ver un mundo de violencia, drogas y rencores, en un medio en el que todos son extraños, pobres,  rebuscadores y discriminados. Es una sociedad que va transformando en  comercio todo, igual a una inmensa tienda en la que no hay espacio para los más pobres, quizás por estas razones, es un concientizador moviéndose en un mundo difícil en el que existen distintas correlaciones, pero con elementos recurrentes como la pobreza, la desesperanza y el abandono estatal que convierte al hombre en víctima del mundo mercantilista destructor, misterioso y de efímeras sonrisas, de ahí que el lector también  sea parte de un sistema político, económico, religioso y socio cultural que se fundamenta en la ley del más fuerte.

La obra  tiene señales de identidad sobre una base sólida de unidad  y circularidad, un  buen tratamiento estético,  con presencia de imágenes fantásticas,  con muy buenos enlaces en la configuración  ideológico-social del discurso narrativo, por lo que se nota una búsqueda que determina la mirada crítica y sensible del discurso, especialmente en el registro doloroso de la realidad, de la visión pesimista  a través de ese mundo sórdido y marginal que deja de lado lo paradisíaco de la utopía americana. Esto le sirve, a la vez,  para ir recordando la ilegibilidad de  su última novela en la que 235 personajes  en 2.000 páginas dejan ver cómo  la desgracia acaba con la posibilidad de sobrevivir.

Jurado: Alberto Duque López, Germán Santamaría, Ignacio Ramírez



BORIS SALAZAR. Nació en Ibagué el 22 de septiembre de 1955.  Economista, PHD en Economía y profesor en la misma área en la Universidad del Valle.  Ha publicado la Otra Selva, 1991; El Sueño de Mamá, 1992; Ojos Verdes Piel Canela, 1992; Fatboy, 1992; Caravana, 1992. Ganó el concurso Latinoamericano de Cuento. Finalista del Concurso Nacional de Cuento de la Universidad Nacional, sede Medellín, con Historia de Amor de un inquilinato de la calle veinte.  Ganó el Concurso Nacional de Novela Ciudad de Pereira, con la obra Mil Novecientos Veintiocho, finalista del Concurso Nacional de Novela de Colcultura con Sombras Nada Más.  Ganó la Quinta Bienal de Novela José Eustasio Rivera en 1996, con el Tiempo de las Sombras.



SEXTA BIENAL NACIONAL DE NOVELA JOSÉ EUSTASIO RIVERA, 1998

OBRA PREMIADA: DE RUMBA CORRIDA

AUTOR: ADALBERTO AGUDELO DUQUE



 EL JUEGO DE LA VIDA 



De Rumba Corrida no es una novela convencional, sino más bien un juego de la imaginación, mediante el cual el narrador va asociando una serie de eventos, a veces ambiguos,  en donde se van configurando  personajes  sórdidos, casi siempre visualizados pero con diferentes estado de conciencia,  por medio de  diversos elementos participativos en el conjunto narrativo, lo que nos deja ver la complejidad del mundo que se pretende expresar en el desarrollo del texto, en donde una mujer espera al hombre que ama, con los recuerdos del hijo que una vez pensaron tener. Son recuerdos amargos, fatigantes,  porque en ellos está  la costumbre de esperarlo todas las noches con la idea de besarlo, abrazarlo, gritar y amar. Es decir, la entrega total por la nada, por lo que fue y la hizo sentir feliz y mujer, pero que, en adelante todo será tristeza  y silencio, desde el momento en que franqueó la puerta y partió con la esperanza y la ilusión del hijo, a sembrarlo en otro vientre. Sin embargo, el hombre también añora a su hijo, lo supone fuerte, rebelde, luchando para salir del abandono y la pobreza, de las necesidades, de los condicionamientos del patrón y de la ropa prestada. La tragedia los atormenta y los lleva al reproche por el hijo que malograron. El relato continúa en un marco de contrastes,  tristezas, con distintas descripciones  y reflexiones sobre la incertidumbre y los destrozos del comportamiento de cierta manera irracional,  en concordancia con el tono angustioso y complejo, evocativo y revelador del nudo de asociaciones en el monólogo incesante de la conciencia prolongada en los recuerdos a pesar del paso del tiempo, de las conjeturas y la nostalgia por lo absurdo de estos y por el acercamiento intimista a los diversos asuntos,  donde la razón pierde su validez al dejar los acontecimientos al margen, a la trascendencia del deseo posible bajo un torrente de pasiones, temores y desamores, observando con tristeza, al convertirse la novia en centro de atención con el amado recostado y sostenido contra sus senos, por lo que todas las miradas recaen sobre ellos: gente del pueblo, hombres, mujeres y niños de edades, belleza y condiciones variables: mancos, cojos, tuertos, caratejos y enfermos.

Jurado: Rafael Humberto Moreno-Durán, Fernando Cruz Kronfly, Darío Ruíz Gómez



ADALBERTO AGUDELO DUQUE. Nació en Manizales. Licenciado en Idiomas Moderno y Literatura. Ha publicado Suicidio por Reflexión, 1967; Toque de Queda, 1979; Variaciones, 1994; con el que ganó el premio Nacional de Cuento de Colcultura.  En 1985 publicó Los Pasos de la Esfinge; Los Espejos Negros, 1991; Javier Carbonero, 1997; Falsas Verdades en 2002; Toque de Queda y Reloj de Luna en 2000. Ganó la Sexta Bienal de Novela José Eustasio Rivera en 1998, con De Rumba Corrida.



SEPTIMA BIENAL NACIONAL DE NOVELA JOSÉ EUSTASIO RIVERA, 2000

OBRA PREMIADA: ROSAS PARA FRANZ LISZT

AUTOR: JESÚS RINCÓN MURCIA



IMÁGENES Y SUEÑOS MORDACES



Son múltiples y complejos los problemas que abarca Rincón en su novela, que van desde la ambición política de Aníbal Fuentes pasando por el alcoholismo de su mujer Márgara; la relación lesbiana de su hija Alma con la francesa Marie Rose; los intereses arribistas de estos, al pretender un matrimonio por conveniencia de Alma con el conde Geovanni Lozzi hasta llegar al bajo mundo de un músico extranjero en decadencia Franz Liszt, una prostituta hermosa, Victoria, la mesera gorda de un bar  Carola, un taxista, Emilio; homosexuales, truhanes, pordioseros y vagabundos en general. Todo ello, narrado detalladamente con un análisis  y una crítica sólida, representa un conjunto de  imágenes mordaces de una sociedad en decadencia e inmersa en una profunda crisis de valores morales y socio-políticos, lo que se deja entrever mediante visiones certeras  de situaciones que afloran poco a poco y nos permiten comprender la realidades interiores y exteriores,  manifiestas en los amores de dos mujeres, en la vida del bajo mundo, en la degradación de hombres y mujeres que han tocado fondo entre alcohol, drogas; en la convulsionada y agresiva vida nocturna de una ciudad de crímenes y pasiones en la que apenas se sobrevive despiadadamente en los inquilinatos, bares, burdeles, calles: el vagar de unos y otros.  Es la miseria, la muerte, la depravación, la injusticia, la violencia urbana acumulada y repetida como una comedia que, generalizada, refleja la impotencia y el abandono del Estado.  Sin duda la obra de Rincón tiene unos personajes, una acción, un tiempo y un espacio, que combina  muy bien la ficción, lo individual, lo autobiográfico, lo histórico, lo cotidiano y lo social, en los que se presenta al hombre-mujer como una totalidad y en donde se recrea la realidad y la fantasía para dar a conocer lo verdaderamente significativo por medio de un lenguaje poético y expresivo  por su contenido, sus imágenes y el ambiente, en general con una gran visión del mundo recreado, lo que nos deja entrever su compromiso con la realidad.

Jurado: Adalberto Agudelo Duque, Mario Escobar Velásquez, Benhúr Sánchez Suárez



JESÚS RINCÓN MURCIA. Escritor y cantante colombiano. Medalla de Oro XXVI Concurso de Cuentos Ciudad de San Sebastián, España (1983), con Mariposas negras sobre la Ciudad.  Medalla Alejo Carpentier como El mejor cuentista inédito (1985), con La muchacha que se fue con tu esperanza. Segundo lugar Premio Nacional de Novela Punch (1984), con Me lo contaron las piedras. Finalista en varios concursos. Columnista de El Tiempo y de Colprensa.  Barítono galardonado nacional e internacionalmente. Creador del Premio Aplauso a las Bellas Artes. Ganó la Séptima Bienal Nacional de Novela José Eustasio Rivera con Rosas para Franz Liszt en el 2000.



OCTAVA  BIENAL NACIONAL DE NOVELA JOSÉ EUSTASIO RIVERA 2002

OBRA PREMIADA: El ÁLBUM DE MÓNICA PONT

 AUTOR: OCTAVIO  ESCOBAR  GIRALDO                                   



LA FUENTE DE LAS VISIONES, LOS SUEÑOS Y LA MUERTE



En El Álbum de Mónica Pont encontramos la reconstrucción  del texto de ésta,  al tiempo que se pretende descifrar los escritos de Leonel, citando permanentemente a Rilke e incorporando en la narración  secciones, a veces fragmentos o simplemente párrafos,  que sirven como vehículo de interconexión en el desenvolvimiento de la misma. De esta forma el lector se encuentra frente a un dilema al tratar de resolver el contrapunteo que genera el clímax en su intento por saber quién está contando y quién está generando semejante embrollo, en el que hasta el autor-narrador juega de personaje con sus amigos: “Octavio Escobar y Philip Potdevin son dos de los escritores jóvenes más importantes del país, incluso del último tuve noticia  a las pocas horas, por boca de Octavio Arbeláez”. Esta técnica presenta ciertas dificultades por la cantidad y calidad  de ideas, los numerosos sucesos englobados, reelaborados y el cambio permanente de situaciones,  unificadas en acciones y pasiones por el sentido sobrecogedor de las diversas expresiones temáticas. En efecto, los signos, símbolos y hombres, constituyen la estructura sobre la que se fundamenta la realidad histórica y la “relación” de una pareja de lesbianas que hacen el amor públicamente; un matrimonio en permanente crisis y una pareja de amantes destruida por la fatalidad. Esa especie de paralelismo, el orden, el desorden y el caos, no parecen dejar salvación, al no existir en un momento dado distinción entre voluntad, pensamientos y los hechos que se  van dando, lo que implica una serie de acontecimientos sobre los cuales el lector debe ser sumamente cuidadoso para su entendimiento porque, a veces son diálogos de corte filosóficos, otras  veces son cuestionamientos  o señalamientos  sobre el conflicto socio-político colombiano; en algunas ocasiones son reflexiones a partir del comportamiento del matrimonio en crisis  y, en otras,  es la relación de la pareja de amantes que culmina en tragedia.

Jurado: Cecilia Caicedo de Cagijas, Jesús Rincón Murcia, César Pérez Pinzón



OCTAVIO   ESCOBAR   GIRALDO. Nació en Manizales, en 1962. Ha publicado los libros: El diario de Tony Flowers, 1995; Saide, 1995, con el  que obtuvo el Premio Nacional de Novela Negra. Los libros de cuento: El color del agua, 1993; Las láminas más difíciles del álbum, 1995, Premio Confamiliar del Atlántico de Literatura Infantil y Juvenil; La posada del Almirante Benbow, 1997;  De música ligera, 1998, Premio Nacional de Literatura del Ministerio de Cultura de Colombia. En el 2002 ganó el Premio Nacional de Cuento de la Universidad de Antioquia con el volumen Hotel en Shangai. En el mismo año ganó  la Octava Bienal Nacional de Novela “José Eustasio Rivera” con  El Álbum de Mónica Pont. Cuentos suyos han sido traducidos y publicados en antologías en Bulgaria y Alemania. Actualmente es profesor de la Universidad de Caldas.



NOVENA BIENAL NACIONAL DE NOVELA JOSÉ EUSTASIO RIVERA, 2004

OBRA PREMIADA: DIOS PUSO UNA SONRISA SOBRE SU ROSTRO

AUTOR: WINSTON MORALES CHAVARRO

 

VISIONES  FUERTES E INTENSAS FRENTE AL ESPEJO



En la novela de Winston el sonido está  asociado con la muerte, apuntando, de manera razonable, evocativa y fascinante,  a una extraña fusión de los sentidos, lo que deja entrever ciertos placeres sensoriales entre la música de la morgue y el mutismo silencioso, formando una especie de devoción mística, muy próxima a los sonidos  cavernosos de los pies de los cadáveres,  mientras  las palabras, la música y los sonidos persisten de manera suave,  dulce y perturbadora, manteniendo una visión fuerte e intensa frente al espejo de la sala del hospital, donde una luz cálida permite establecer la diferencia que hay entre los muertos y él. Esa explicación, que comprende a “posteriori”, le permite recordar que la madre siempre se paraba frente al espejo para  darle la bendición antes de salir  para el colegio;  entonces la veía distinta, adornada de collares,  pero él, de manera extraña,  no se reflejaba, parecía incoloro,  opuesto a su madre, como una larga sucesión de descargas plateadas que se van perdiendo en la idea del castigo de Dios por renegar de la misa.  En la medida en que matiza y estructura todos los asuntos de la morgue, esas imágenes se vuelven imborrables al convertirla en realidad percibida de  los asuntos que lo rodean: neveras, camillas, los pies de los muertos, el brillo de los congeladores, los sonidos flotando en una especie de vacío y repetidos en ecos,  con lo que  nuclea y establece los nexos de la trama, en la que cada suceso parece repetirse, lo que está implícito desde el primer momento en que llega a la morgue y se encuentra con el cadáver de la joven; por lo que empieza a considerar que es mejor ver los difuntos a través de  la vidriera y no directamente en el ataúd porque la muerte es como un viaje a la luz, como una tercera dimensión que se repite al hacer el amor,  porque los orgasmos están directamente relacionados con los muertos.  Cada  suceso reconstituye en la sombra del siguiente al ir arrojando luces que dan referencias del encadenamiento temático, lo que se ve al recoger los Cds de la maleta que llevaba día y medio en el rincón, de donde parecía fluir música;  sin embargo, no recordaba haber escuchado esa banda,  influida por grupos ingleses de los 70´s y los 80´s.

Jurado: Guiomar Cuesta Escobar, Benhúr Sánchez Suárez, Antonio Iriarte Cadena



WINSTON MORALES CHAVARRO. Nació en Neiva, en 1969.  Comunicador social de la Universidad Surcolombiana de Neiva.  Primer Puesto en el Concurso Nacional de poesía de la Universidad del Quindío, y segundo premio en el Concurso Nacional de Poesía “Ciudad de Chiquinquirá” en el año 2000. Libros: Aniquirona, 1998; La lluvia y el Ángel (coautoría); De Regreso a Schuaima, 2001; Memorias de Alexander de Brucco, 2002.  Incluido en las antologías Crónica poética del Huila, Nuevas Voces de fin de siglo, Emociones-Brasil, y “Por los bellos, por los verdes países” del Ministerio de Cultura, 2002. Premio Nacional de Poesía Universidad de Antioquia, 2001.

Ganó la Novena Bienal Nacional de Novela José Eustasio Rivera con Dios puso una sonrisa sobre su rostro.



DECIMA BIENAL NACIONAL DE NOVELA JOSÉ EUSTASIO RIVERA, 2006

OBRA PREMIADA: AFUERA ESTABA LA NOCHE

AUTOR: ADOLFO ARIZA NAVARRO

             

LOS GUERREROS INVISIBLES DE LA TRAGEDIA



Adolfo nació en la población de La Avianca, Departamento del Magdalena, desaparecida  por una matanza de los paramilitares. Este  asunto lo plasma en su obra, en donde ahonda en la experiencia, el pensamiento y el sentir de hombres y mujeres víctimas de ese horroroso suceso, mientras recuerda los caballos que su  padre amarraba  de las ramas de un viejo laurel, a un lado del portón desvencijado, el suelo cubierto de extraña grama, reseca y marchita y un poco más arriba la silla, ahora sola, en que se sentaba el abuelo a pensar por las tardes y a decir que allá en esa  loma debía construirse la casa, porque allí llegaba una brisa que le daba precios a la tierra, al ganado,  y proporcionaba la ideas sobre lo trágico de la vida de su padre y su familia.

El narrador  deja entrever el proceder asociativo de los personajes y de los asuntos,  que configuran la tragedia y conducen a rememoraciones por los amores perdidos que  enfrentan con   asesinatos indiscriminados, el suicidio del padre,  que sacude los rasgos de pobreza bajo el manto de la noche en un “mea culpa”; a los que se suma el viacrucis de los desplazados,  las venganzas y,  sobre todo, los fantasma de los muertos. Estos fantasmas son los guerreros invisibles de la  tragedia, en donde el canto de las aves está circunscrito al regreso, al origen primigenio, a la nada del entorno; es decir, nos  encontramos frente a la desidia y el abandono estatal, de manera que los frecuentes rumores y  la impotencia ante la complicidad en la masacre, es otra manera de dejarnos ver la realidad a través de una transfiguración compleja de la crisis, por ejemplo, al narrar  los asuntos cotidianos recurre a la palabra-imagen para llevarnos a su insaciable desahogo con la joven que sigue recordando al padre con su puerca tigrilla llamada Camila, el nombre que su madre no le quiso dar a ella 
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