Segundo día en Madrid
diciembre 12, 2015
Cuando desperté el sábado siguiente eran las 11 30.
RM llamó. Nos esperaba en el lobby del NH Embajador. Teníamos una reunión con
MO. Llegamos puntuales a la cita frente a la Cervecería Santa Bárbara.
Esperamos una hora. Llegaron tan campantes. M, amigo de Puebla y compadre de
andanzas internacionales con RM, había dicho: “Están negociando a tus espaldas
tus derechos de autor”. No lo decía con mala intención ni de broma. En verdad
estaban negociando mi futuro como escritor. Luego nos enteramos. Fuimos al
Barrio de las Letras. Comimos en un restaurante bastante elegante pescado tan
sabroso que parecía langostino, tomamos sidra vasca con un sabor idéntico al
del guarapo colombiano, hecha con manzana. Comimos bacalao, costilla y otras
esquisiteces que L apenas tocó. Nos servía una rubia uniformada, grandota, que
parecía sueca, muy simpática. Yo la bauticé “Endrina” porque nos sirvió un
licor de endrina. L no quiso tomar sino agua. RM pagó la cuenta. No quiero ni
imaginar cuánto. Calculo 1900 euros. Más de 30 000 pesos mexicanos. Eramos doce
o trece a la mesa cada quien despachándose comidas y bebidas a su antojo. Luego
fuimos a otro sitio, bebimos al aire libre Johnnie Walker varias horas. El
mesero (que dijo ser de Sri Lanka) usaba un coqueto sombrero. La cuenta fue de
1500 euros. Yo, ingenuo, ofrecí cooperar con cien euros, al fin y al cabo el
editor nos iba a financiar el viaje a Barcelona. RM, achispado pero no por ello
mentiroso, adulador o farsante me soltó una andanada de ideas: que si ya
debía dejar en paz mi obsesión por GM, que si mi obra iba a ser la gran obra
del siglo XXI, que él me colocaría con el apoyo de O en la vitrina de Europa.
Yo hablé sobre la camada de escritores que hoy ocupan los espacios culturales
en Europa: globalizantes, alfaguarizados: Villoro, Soldán, Iwasaki, Volpi,
Neuman, el argentino showman: ingeniosos e intrascendentes, magos de la
mediatización, escriben al gusto de Europa. (L está hablando dormida mientras
yo escribo esto en la oscuridad en mi vieja laptop Toshiba. Dice: “Te voy a
decir un tip: uno aprende más escuchando que hablando. La gente cree que una es
bruta y eso es a veces conveniente”). Varias mesas más allá estaba María
Kodama. Le dije a O. “Voy a saludarla y a decirle: Yo escribí otro Aleph y le
voy a regalar un ejemplar de Historia de todas las cosas. O me dijo. “No lo
hagas: cuando regreses de Barcelona yo arreglo una reunión con ella”. RM seguía
hablando sobre sus planes con mi obra. Según él mi próxima novela iba a abrir
una nueva época en la literatura. Hubo un momento en que quise alejarme del
fuego de tanto desmesurado elogio. Me cambié de lugar. Por un momento me senté
a hablar casi en privado con Ortuño: le dije mis habituales razones y
sinrazones. (L sigue hablando dormida:”Los muertos pesan más que los vivos… No
terminas de decirme que hiciste con el muerto. Si tú no llevas la cuenta con
cuantos te has acostado…menos yo. Qué pereza eso de andar poniendo cuernos, Qué
cochinada, que indisciplina”. Intenté sacar en claro lo que estaba
pasando por la mente de L. El cuento de lo que estaba viviendo L es el
siguiente: una amiga le contó que un hombre con el que se había ido al cuatro
de un motel se le había muerto en los brazos y ella no sabía qué hacer con el
cadáver). Ortuño me escuchaba. Hablaba poco, escuchaba. Tenía seis
libros míos en sus manos. Había coeditado mi Historia de todas las cosas sin
haberlo leído. Yo le dije mis habituales historias con Carmen Balcells, mis
historias con García Márquez, le dije que leyera mis libros y que a
mi regreso de Barcelona hablaríamos sobre si estaba dispuesto a representarme y
a proyectarme en España (O es MUY importante: muy respetado, amigo de todos los
editores y escritores importantes de España, íntimo del editor de Anagrama, de
Villoro, de Pitol, de todos. ¿Pitol? Compartimos una opinión (no voy a decir
cuál) sobre la obra de Sergio. O estaba enterado de lo básico sobre MT, no
había leído mis libros, solamente algunos artículos bastante fuertes, conocía
mi leyenda negra, sabía que soy un tipo peligroso, peligrosamente honesto, nada
diplomático, difícil de tratar. Hablamos de Rubem Fonseca y lo que dijo sobre
mi obra cuando nos conocimos en Guadalajara. “Hoy en el desayuno estuvimos
hablando de ti. Hablando muy bien”. Recordé la escena. Recuerdo que llamé a L
para que escuchara lo dicho por Rubem Fonseca. “¡Quiero que escuches esto”, le
dije a mi máneger. Y le pedí a Rubem: “Por favor, repite lo que dijiste”. Lo
repitió sin reparo. (“No es mala idea, amiga… que el MT se vaya con una mujer y
cuando están en el acto se quede tieso. ¿Me vas a decir que hiciste con el
muerto? Tengo mucha hambre. ¿Sabes qué haría yo si el MT se me queda tieso en
la habitación de un hotel? Voy abajo a la recepción a buscar un cigarro, lo
consigo y me lo vengo a fumar al lado de muerto. ¡Ja ja!, que
divertido: el MT tieso en el cuarto del hotel. Es un buen plan: ponerlo bien a
punto, que se caliente y matarlo de un infarto, ¡ja ja!, que buen
plan”. Una parte de la conversación tenía que ver con su pretendiente
millonario y benefactor de la humanidad, KY: L (dormida) dijo que KY
iba a venir a México a pedirle que aceptara sus propiedades. “¿Sera que está
enfermo. Es un hombre muy solo, seguro tiene muchas amigas, pero solo confía en
mí... Yo lo que quiero es ser invisible, no quiero tener dinero ni propiedades.
Imagínate que se enterara MT de que KY quiere dejarme sus propiedades. Iba a
decir, pendeja, acéptalas. La verdad es que tengo mucha hambre”). Es
que en el restaurante del Barrio de Las Letras mientras yo engullía langosta,
butifarra, costilla, sidra, vino, ella apenas lo probaba. ¿Resultado? Que
ahora, a las 4 de la mañana, el hambre no la deja dormir en paz y está a mi
lado contándome sus secretos. Yo tranquilo, curioso, apuntando sus palabras,
porque tanta comida, vino, sidra, whisky me habían fulminado horas antes y ya
estoy fresco, de regreso, he dormido varias horas, hasta que L me despertó con
su plática y sus carcajadas, con el resultado de que ahora estoy escuchando y
anotando sus secretos. Meditaba: mucho de este viaje, me temía, iba a ser un
fracaso. Me decía, a quien diablos le puede importar que MT esté en España: ya
hay 500 escritores latinoamericanos jodiendo aquí, ¿que atención le pueden dar
a uno más? Y pues no me recibió el rey JC con alfombra roja pero sí el
presidente del mundo editorial Español y me escuchó con respeto y me ofreció lo
que puede ofrecer… siempre que mi obra valga. Y esa es la apuesta: tiene seis
libros míos en sus manos. Si valen, le dije, negociamos. Si no valen, pues a
adiós. O es un hombre parco, con gran poder, respetado, tiene un poder que no
ostenta pero que conoce. (Cuando L despertó en el NH se le había borrado gran
parte de la memoria reciente. Según ella, seguía estando en Xalapa, por la
mañana había ido con P al mercado. No creía que estuviéramos en Madrid, en el
hotel NH Embajador. Le mostré las tazas que habíamos comprado ayer
por la mañana en la Plaza Santa Bárbara, le mostré la papelería del hotel,
prendí la luz para que se diera cuenta que estábamos en un hotel y no en
nuestra casa, hice todo lo posible para que regresara al presente y
se diera cuenta que estábamos, estamos, en Madrid, no en Xalapa. “¿Y cómo
llegamos aquí?, preguntaba. “¿De dónde sacamos dinero para hacer este gasto, 15
días en Madrid y Barcelona, si estamos llenos de deudas?” Le expliqué: el R nos
apoyó con algún dinero, RM me pagó un generoso adelanto por la novela. “¿Cuál
novela?”, preguntó. La historia de todas las cosas. “Ah, esa la leí hace 20
años. Es una novela viejísima, quién te iba a dar dinero por esa novela de hace
siglos”. Le expliqué: la novela la reescribí hace dos años, le aumenté 150
páginas y RM me compró los derechos y me dio un generoso adelanto. “Y qué es
eso, un generoso adelanto, dime en contante y sonante”. Le dije la cantidad.
Respondió: “Nadie da tanto dinero por una novela”. Pues él me lo dio,
como me regaló hace meses el aparato carísimo cuyo nombre no voy a dar:
simplemente me lo regaló como me dio dinero por la novela, y ¿sabes por qué?
Porque cree en mí como ningún otro editor ha creído. Está convencido que yo voy
a ser el novelista del siglo XXI, el que va a marcar la pauta este siglo. ¿Y
sabes lo que me dijo? “Ya olvídate de GGM, GGM está muerto, y el que está vivo
eres tú y yo soy tu editor: publiqué ya tres libros tuyos y voy a publicar tu
próxima novela”. L seguía sin creer. Después de que estuvo hablando sola,
despertó en el pasado, dijo que tenía hambre, yo salí a buscarle algo a las 4
am en las calles de Madrid (vi chicos bebiendo en las calles, besándose en el
Parque Santa Bárbara), y regresé al hotel con yogures, galletas y chocolates. L
seguía en su tiempo estancado. He de decir que eso ya no me asusta. Sé que va a
regresar, que dormirá una hora y cuando despierte estará de nuevo en Madrid,
desayunaremos con RM y su hija Cecilia, nos darán los boletos de avión, esta
tarde iremos al Museo El Prado, veremos Goyas, Murillos; el lunes próximo
tendremos una cita con Ortuño, para hablar sin licores y gente, a solas, y
definir si de verdad cree en mí, si va a ayudarme establecerme como escritor en
España. Iré con L a Barcelona, regresaremos a Madrid, nos reuniremos con María
Kodama, etc. Y seguiremos viviendo este tiempo de excepción hasta regresar a
nuestras rutinas de honestas medianías en Xalapa. (Ahora L duerme y ronca y sin
duda cuando regrese estará en Madrid). Son las 5 de la mañana. He terminado de
escribir sin haber encendido la luz, apenas con la luz de la pantalla de mi
Toshiba viejita.
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TEMAS Diario de MT
1.
Éxitos! Los amigos Guillermo Camacho
(de Auroraboreal , www.auroraboreal.net ) y Alejandro López (profesor de UV que
realiza Doctorado en la Complutense, desean contactarte y reunirse contigo en
Madrid. Sus mails: info@auroraboreal.dk y alejolopz@hotmail.com
2.
Anónimolunes, octubre 03, 2011
Después de la cincuentena pierden la
fuerza, dicen, los escritores y los atletas. Pero hay otros que no la pierden;
y otros que se revitalizan. Tal vez la novela que espero leer, la más honesta,
sea esa de la melancolía. Después de echarte flores tendrás que demostrarlo.
Descréstanos.
3.
Cada novela que se entrega es una
etapa, cada una tiene su valor si se hace con honestidad. El éxito o el fracaso
de cada obra es algo que en el fondo me deja indiferente. Siempre estoy
esperando lo que viene (como todos los escritores).
4.
Sería útil para los lectores publicar
aquí los lugares, fechas y detalles sobre tus presentaciones públicas en
España. Hemos encontrado dos:
http://europapress.wordpress.com/2011/09/14/el-escritor-colombiano-marco-tulio-aguilera-garramuno-en-espana/
y http://www.l-h.cat/detallActe.aspx?1FKqazAJASa9JPxdpvVb9eix67DIrRZT2PMqKUPD2JKprSYqazB
. Amigos, NTC … , Nos Topamos Con …
http://ntcblog.blogspot.com , ntcgra@gmail.com . Cali, Colombia.
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