Leer Mujeres amadas
junio 18, 2008Mujeres amadas vista por un lector
Mauricio Leon G. Velasquez, amigo cibernético, escribió las siguientes páginas sobre mi novela Mujeres amadas (Plaza y Janés, Colombia y Universidad Veracruzana, México).
Leer Mujeres amadas, de Marco Tulio Aguilera Garramuño es abrir puertas a la ternura, sopesar la intriga de la espera, navegar en los delirios de la amante que antepone prejuicios, desafiar tormentas del deseo, sumergirse en la simbiosis de una moral falaz. Ramos, la desea, la quiere, la soporta, la ama; y, ella se hace esperar (¿por qué muchas mujeres disfrutan los aplazamientos? Todas parecen aguardar. Ramos, que la ama, se somete. Irgla no es la chica fácil. Ramos trota, conversa con Abusaid, lee, recorre Stillwater, escucha a Ester: Irgla se mantiene impasible. Irgla endilga adjetivos: siempre es cómodo para los moralistas, juzgar y condenar. Ramos ama y es sincero. Le descubre a Wendy, a Jenny, a Juliana, sus pasadas mujeres; para Irgla todas ellas son cosas y casos de pornografìa. Pero el lector desprevenido y atento -fórmula del lector soñado-, encontrará desbordada tersura en esas andanzas de Ramos ( Jenny, que se entrega en la alfombra y lo despide; Juliana, que conteniendo una turba de borrachos, sabe disfrutar el encuentro sicoerótico; Wendy, que ha prometido a su futuro consorte serle infiel una sola vez y elige
a Ramos: son páginas donde rezuma la capacidad creadora de Marco Tulio, su versatilidad , su honestidad como narrador: porque no manipula sus personajes ni adereza la trama argumental: son la vida y la literatura que gritan en cada página, en cada capítulo.
Irgla en la nieve; Irgla que accede; Irgla que va hasta el cuarto de Ramos: es Irgla e impondrá condiciones. Ramos que la ama se somete de nuevo. Viaja donde los suegros. Una madre calculadora, un padre que obedece y la irrupción de la abuela de Irgla con su tocadiscos, escuchando a la Viola, a la gran Violeta Parra. Egle, una hermana de Irgla, no soportaba la rutina ni la sordidez de la monotonía. El dolor de familia que se pretende eludir.
Ramos, aguanta. Osa ganarse la familia de la mujer que ama. Nada. No es famoso; poco posee. Por instantes desea mandarlo todo a la chingada. Llega Irgla, Ramos quiere el juego de los sexos en la sala de aquella casa obscura; ella hace tontas recriminaciones por las andanzas de Ramos en su cuarto; Ramos sortea la situación. Irgla, que parece estar dispuesta al amar y sus locas determinaciones, recobra los intereses familiares. Otra vez pazguata. Ramos estalla en ira y se marcha.
Irgla va hasta Jalapa. La fuerza del amor, los cuerpos desnudos y la alegría inundante; Ramos pronuncia el nombre de la hermana díscola, Egle. Irgla no sabe, no puede o no quiere superar sus trabas; se viste y parte. Ramos no la volverá ver. Este es el final magistral de una bella novela.
Mujeres amadas, Plaza y Janés, Colombia, 1991; editorial de la Universidad Veracruzana, Colección Ficción, México, 1988, 1996.
5 comentarios
Navengando por internet y me encuentro con el blog del autor de uno de mis libros favoritos: Mujeres Amadas!!!
ResponderEliminarPara mi es un enorme placer y un honor encontrar este espacio y poder dedicarle unas palabras de agradecimiento por tan bella novela.
Un abrazo y un saludo de un lector mas de una gran obra.
Querido amigo:
ResponderEliminarDe comentarios como el tuyo se alimenta uno. ¿Qué quiere el artista sino aplausos? Estoy tramando una reedición de esa novela: la edición (segunda) de la Universidad Veracruzana ya se agotó. La primera, publicada por Plaza y Janés en Colombia, está a punto de terminarse. Es muy posible que dedique un tiempo a reecribirla. Por lo pronto acepto propuestas editoriales. La suerte crítica de Mujeres amadas fue excelente. Hubo quien la calificara como "la novela amorosa de la década". Trabajé mucho tiempo en ella y en sus páginas hay un recorrido subterráneo por la mejor literatura amorosa desde Platón hasta nuestros días.
MARCO TULIO
ResponderEliminarBuscando tu libro encontré tu blog. Te comentó breve una historia. Hace años conocí a Irgla y hace años tuve un romance intenso con un colombiano que me nombró tambièn "ojospersas". Como todo se transforma pasé de "ojospersas" a ser sólo Persa, escritora itinerante de carreteras y clubespersas.
Como ves, las historias se unen entrañablemente. Te abrazo y agradezco en múltiples niveles.
La vida se repite, los personajes se repiten, a veces uno se lee en las novelas, se encuentra o encuentra amigos: es comno si los escritores les robaran la vida a algunas personas...Ya he recibido reclamos y felicitaciones por eso.
ResponderEliminarUn saludo
La Irgla (persona en el que se basó el personaje de Mujeres amadas)de la novela tenía otro nombre. El nombre de "Irgla" lo escuché y me gustó por raro. Por eso lo usé en la novela. Por cierto: el proximo año sale la 3a edici{on mexicana en la Editorial de la Universidad Veracruzana.
Marco Tulio...
ResponderEliminarGracias. Mujeres Amadas llego a mis manos en el momento que más necesitaba... bella, erotica... brillante.
Un abrazo si me lo permite...
Mary