El fantasma del violinista Erasmo Capilla

septiembre 08, 2008

El domingo desperté a las cinco de la mañana. Por primera vez en 15 días había dormido cuatro horas de un tirón y luego hora y media. En total cinco horas y media. Un récord. A las ocho ya estaba en la cancha de básquet del Gimnasio Universitario. El sábado también fui al basquet. El teco Abelardo, mi contador, un metro 85, 100 kilos de peso, ex campeón nacional de tae kwon do, me derrotó tres de cinco partidos. Jugamos uno contra uno en la Normal. El viernes anterior había sido un día agitado: tras una noche con sólo tres horas de sueño fui a la Editorial, terminé de escribir mi conferencia sobre Henry Miller en inglés (me ayudó Nadia, mi compañera de oficina), fui a la Facultad de Letras Inglesas y dicté la conferencia (una evaluación de la charla aparece en una entrada anterior a ésta). Estuve luego en la oficina de Hacienda con el Teco tratando de arreglar lo de mi devolución de impuestos. La gestión no progresó. Almorcé en La Sopa. A las seis dicté mi clase de Lectura y Redacción en la Facultad de Danza... Pero decía que el domingo me levanté a las cinco de la mañana y fui al viejo Gimnasio Universitario donde jugamos dos contra dos. Quedé agotado pero contento. Luego, caminando por Clavijero, fui a tomar un atole en el mercado y allí me encontré con mi amigo Sabino y hablamos sobre Erasmo Capilla, el violinista recién fallecido por amor a Xalapa y desidia de las autoridades culturales. "No sé si Erasmo se dio un tiro en el pecho como dicen. Lo que sí sé es que se estaba suicidando lentamente con tanta bebida. Cada vez que lo veía estaba peor: no se afeitaba, vestía cualquier cosa, tenía la mirada extraviada y un aliento espantoso. Yo era muy amigo de él y me dijo una vez con enorme amargura que él había comprometido su crédito en Europa e invitado a grandes solistas, y que a la hora de pagar, las autoridades se retractaron y él quedó con toda la deuda y con su prestigio manchado en el viejo mundo". Eso lo acabó, dijo Sabino. E incluso me dijo el nombre de la persona que había bloqueado todos sus proyectos. No voy a repetir ese nombre porque a mí no me consta nada. Lo que sí tengo que decir es que la comunidad musical de Xalapa se ha portado cobardemente al no apoyar a Erasmo, al no protestar por su situación, al no apoyarlo.¿Cómo es posible que si en una ciudad se tiene un virtuoso de la talla de Erasmo Capilla no se le invitara a ser solista de la Sinfónica por lo menos dos veces al año? Lo invitaron una vez en cinco años. Yo lo escuché. Quedé extático. Manejaba su Guarnerio con una facilidad increíble. No erraba una sola nota, no tenía altibajos, era casi perfecto. ¿Por qué, si teníamos un tesoro semejante en Xalapa no lo disfrutamos? Aquí la resposabilidad va de abajo hasta mero arriba. Vendrán los homenajes, las historias, se tejerán rumores, la verdad quedará enredada en las patas de los chismes... Y los responsables de este desafuero de lesa espiritualidad seguirán aumentando su globoterráquea humanidad.

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1 comentarios

  1. Resulta espeluznante leer su artículo, dice que no desea mancionar el nombre del director de divulgación artística el ingeniero civil Manuel Zepeda quién tantas y tantas veces lo defraudó y lo hizo comprometerse con músicos de la talla de Kremer?No se atreve a decir el nombre de este carnicero pero si se atreve a decir que "Lo que sí sé es que se estaba suicidando lentamente con tanta bebida. Cada vez que lo veía estaba peor: no se afeitaba, vestía cualquier cosa, tenía la mirada extraviada y un aliento espantoso." Pues entonces que poca coherencia en sus declaraciones. Erasmo Capilla era mi mejor amigo, el jamás tomó un trago o probó un dulce con alcohol desde hace 15 años y eso me consta. Nosotros trabajabamos a diario enviando documentos para los resectivos contratos con la Pianista Martha Argerich, si leyeron bien MARTHA ALGERICH pianista de talla mundial que NUNCA la OSX ha traido ni NINGÚN director de dicha institución. El doctor no tenía vicios más que el de ser un excelente amigo. El maestro siempre vistió impecable, que si lo sabré yo que veía como gustaba del buen vivir. Me apena terriblemente hable sin fundamento ni sensatez cuando menos sea coherente con sus declaraciones. El maestro tenía un problema del páncreas eso lo venía sufriendo desde dos años atrás cuando por primera vez ingresó al CEM con malestares del páncreas, pregúntele a quién quieran Pero por supuesto que sea médico!!!


    ¿Qué pasa? ¿A cuántos músicos vistuosos más va a quitar del camino este director de difusión cultural de la Universitad Veracruzana? Que por cierto no sabía que para encontrarse a cargo de la difusión de la cultura y de las bellas artes como la danza, el teatro, la música y la plástica, se debían tener conocimientos sobre ingeniería civil! y además ser chiapaneco para poder ser director de difusión cultural del Estado de Veracruz. Que caray, sorpresas que da la vida no?

    Habrá que preguntarle a las compañías de teatro, de danza de música y de pláctica de la Universidad Veracruzana cuál es el apoyo que brinda este lujoso servidor a la difusión de sus talleres, presentaciones y patrocinio así como su proyección en el extranjero.

    Tuve la oportunidad de trabajar para divulgación artística a mí me contrataron como traductor para un festival de Junio musical, (y hasta la fecha no he recibido pago alguno) quisiera decir algo que me guardé durante este tiempo, el festival salió tres días antes de que comenzara, la contadora Bandala era un manojo de nervios dado que los dineros destinados para tal fin, fueron a parar al bolsillo del Ingeniero Zepeda, no sabían como mover las cantidades para que pareciera real, contrataron a músicos xalapeños de diversas orquestas, le pagaron una verdadera miseria, y luego el dinero que mágicamente se desaparece en manos del ingeniero lo justificaron con la venida de unos músicos extranjeros de poca monta, ah que bien hecho estuvo, porque ni el mismo gobernador, ni el Rector de nuestra máxima casa de estudios se preguntaron a dónde fue a para el dinero, y sin embargo aplaudieron su "esfuerzo" Todos quienes asistimos alguna vez al festival de Junio musical vimos lo decadente que fueron todas sus versiones.



    En ese tiempo el maestro Capilla asistía a ver al Ingeniero para ver los asuntos referentes a los contratos para su festival este si de verdadera talla internacional (cada vez se veía más y más delgado), en una ocasión escuché al ingeniero Zepeda decir: a este cabrón lo tengo bien fregado, después de un rato no va a volver a estar chingando con su pinche festival (que por cierto el Ingeniero dio la idea de ponerle el nombre de Erasmo Capilla al festival y fue él mismo quién lo borró del mapa para siempre.)

    Tenía que contar esto, no podía seguir sientiéndome culpable al leer en el diario de xalapa que el día que murió el Maestro Erasmo Capilla, el Ingeniero Zepeda, fue quién dio la noticia y todavía tuvo el descaro de escribir que mientras el sol de un nuevo día nacía, un sol se extinguía, él él lo extinguió, yo fui testigo de como la salud del maestro fue decayendo más y más.

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