Carta al editor sincero y la insoportable egolatría
agosto 15, 2011
Estoy republicando una carta que publiqué en este blog hace un par de años. También reproduzco la nota previa con la que iba acompañada.
Recibí una carta de un editor de Planeta, en México, que rechazó considerar la publicación (o por lo menos la lectura) de Historia de todas las cosas arguyendo que yo era un autor demasiado literario para ser tomado en cuenta por una editorial como la que dirige, que se ocupa de textos más comerciales. Esos fueron sus argumentos. Su carta es fuerte y responde a otra igualmente fuerte que le envié. La siguiente es mi respuesta. No publico su carta porque no sería ético. La novela en cuestión ya está al borde de la publicación en coedición de Educación y Cultura México y Trama Editorial Madrid y será presentada en Madrid y Barcelona en octubre próximo. Arriba pueden ver la portada.
Estimado editor sincero:
Me gusta la frase: "Mejor te soy sincero" con la que iniciaste tu segunda carta. Me da espacio para meditar. Es claro que en la primera carta no fuiste sincero en algunos aspectos y que en la segunda pretendías poner las cosas en claro, sin eufemismos o diplomacias editoriales. Eres un editor literario que ha aceptado los dictados del mercado y que ha abdicado de sus convicciones para poder tener tu coche, tu apartamento, tus comodidades, tus viajes.
La verdad es que intenté publicar en "tu" editorial porque a mí, como a todos, me gusta el dinero. Pero te digo que estoy en la mejor posicion del mundo: escritor provinciano y no muy famoso, lo que quiere decir que tengo tiempo e integridad para escribir exactamente lo que quiero. No envidio la fama de los demás aunque sí la deseo muy en el fondo. La novela que te ofrecí la tienen la agencia Carmen Balcells en España y Silvia Meucci en Italia, pero no confío mucho en sus gestiones: son lentas y uno tiene que someterse a sus dictados. Nunca ofrezco mis libros a un solo editor porque sé que generalmente uno pierde el tiempo. Por lo pronto te puedo decir lo que me dijo otro gran editor después de leer la novela más reciente de Fuentes y a continuación mi Historia de todas las cosas: "Después de leer tu novela entiendo la diferencia entre los maquinazos para impresionar al lector mediocre o al seudoerudito y la auténtica literatura". Tampoco en esa editorial quisieron publicar mi novela: es una editorial "con compromisos", es decir, que publica lo que le toca publicar, no lo que el editor quiere.
Por otra parte te sigo respetando pues he leído tus columnas y te he escuchado algunas conferencias.
Una vez otro editor de un gran consorcio me dijo, después que yo critiqué una de sus pedantes conferencias: "Nunca te voy a publicar en mi editorial...". Yo le respondí. "Ni tú eres el único editor del mundo ni tu editorial la única de este país ni México el único país que existe".
El libro que me rechazaron 14 veces hoy lleva 14 ediciones en varios países: se llama Cuentos para después de hacer el amor.
Te lo repito y te repito la frase memorable, digna de un editor literario que se ha entregado a la comercialización y que en el fondo se arrepiente de ello:"Mejor te soy sincero". Siempre he preferido que los editores me digan la verdad desde el principio, por cruel que sea o parezca. Aunque reconozcan que mis libros tienen calidad, no los publican porque no entro en el círculo de las adulaciones y conciliábulos del gran mercado. En síntsis: no elogio para conseguir prebendas.
Y otra cosa interesante te quiero decir: "Presta más atención a los que te critican que a los que te alaban". Es un tremendo lugar común pero un buen consejo. Definitivamente hay que ser un proscrito para persistir en la feliz tarea de cumplir con el mandato interior que preconizó Kafka como la verdadera y única misión del escritor auténtico.
Pienso también que tras tu rechazo hay otros elementos y que no has sido completamente sincero. En México yo me he permitido criticas a santones como Revueltas, Carlos Fuentes, Poniatowska, García Ponce, la editorial Alfaguara, los concursos de Planeta, he puesto en duda la calidad de algunos textos de Pitol, he escrito textos bastante fuertes y heterodoxos en Sabado de Unmomásuno. Todo eso se paga y hay que asumir los riesgos. También he pregonado la calidad de muchos escritores mexicanos: Serna, Villoro, Eduardo Antonio Parra, Palou, Oscar de la Borbolla, Eusebio Ruvalcaba, José Agustín, Elena Garro, etc.
Pienso seguir practicando la sinceridad y escribiendo exactamente lo que quiero pues mi satisfacción no está en publicar sino en escribir... Aunque naturalmente me gusta publicar en editoriales de difusión masiva. Soy una persona con un alto autoaprecio y trabajo para estar a la altura de la opinión que tengo de mí persona. Hace poco una persona que ocupa un muy alto cargo me dijo: "Eres un ególatra insoportable". No dijo nada nuevo. No me ofende. Si he de pasar por ególatra y por insoportable y ese es el precio que debo pagar por mi integridad y honradez... lo acepto gustoso. Es mi deseo que en la comercialización encuentres la dicha o por lo menos la fortuna que publicar buenos libros no te pueden dar.
Marco Tulio Aguilera
Recibí una carta de un editor de Planeta, en México, que rechazó considerar la publicación (o por lo menos la lectura) de Historia de todas las cosas arguyendo que yo era un autor demasiado literario para ser tomado en cuenta por una editorial como la que dirige, que se ocupa de textos más comerciales. Esos fueron sus argumentos. Su carta es fuerte y responde a otra igualmente fuerte que le envié. La siguiente es mi respuesta. No publico su carta porque no sería ético. La novela en cuestión ya está al borde de la publicación en coedición de Educación y Cultura México y Trama Editorial Madrid y será presentada en Madrid y Barcelona en octubre próximo. Arriba pueden ver la portada.
Estimado editor sincero:
Me gusta la frase: "Mejor te soy sincero" con la que iniciaste tu segunda carta. Me da espacio para meditar. Es claro que en la primera carta no fuiste sincero en algunos aspectos y que en la segunda pretendías poner las cosas en claro, sin eufemismos o diplomacias editoriales. Eres un editor literario que ha aceptado los dictados del mercado y que ha abdicado de sus convicciones para poder tener tu coche, tu apartamento, tus comodidades, tus viajes.
La verdad es que intenté publicar en "tu" editorial porque a mí, como a todos, me gusta el dinero. Pero te digo que estoy en la mejor posicion del mundo: escritor provinciano y no muy famoso, lo que quiere decir que tengo tiempo e integridad para escribir exactamente lo que quiero. No envidio la fama de los demás aunque sí la deseo muy en el fondo. La novela que te ofrecí la tienen la agencia Carmen Balcells en España y Silvia Meucci en Italia, pero no confío mucho en sus gestiones: son lentas y uno tiene que someterse a sus dictados. Nunca ofrezco mis libros a un solo editor porque sé que generalmente uno pierde el tiempo. Por lo pronto te puedo decir lo que me dijo otro gran editor después de leer la novela más reciente de Fuentes y a continuación mi Historia de todas las cosas: "Después de leer tu novela entiendo la diferencia entre los maquinazos para impresionar al lector mediocre o al seudoerudito y la auténtica literatura". Tampoco en esa editorial quisieron publicar mi novela: es una editorial "con compromisos", es decir, que publica lo que le toca publicar, no lo que el editor quiere.
Por otra parte te sigo respetando pues he leído tus columnas y te he escuchado algunas conferencias.
Una vez otro editor de un gran consorcio me dijo, después que yo critiqué una de sus pedantes conferencias: "Nunca te voy a publicar en mi editorial...". Yo le respondí. "Ni tú eres el único editor del mundo ni tu editorial la única de este país ni México el único país que existe".
El libro que me rechazaron 14 veces hoy lleva 14 ediciones en varios países: se llama Cuentos para después de hacer el amor.
Te lo repito y te repito la frase memorable, digna de un editor literario que se ha entregado a la comercialización y que en el fondo se arrepiente de ello:"Mejor te soy sincero". Siempre he preferido que los editores me digan la verdad desde el principio, por cruel que sea o parezca. Aunque reconozcan que mis libros tienen calidad, no los publican porque no entro en el círculo de las adulaciones y conciliábulos del gran mercado. En síntsis: no elogio para conseguir prebendas.
Y otra cosa interesante te quiero decir: "Presta más atención a los que te critican que a los que te alaban". Es un tremendo lugar común pero un buen consejo. Definitivamente hay que ser un proscrito para persistir en la feliz tarea de cumplir con el mandato interior que preconizó Kafka como la verdadera y única misión del escritor auténtico.
Pienso también que tras tu rechazo hay otros elementos y que no has sido completamente sincero. En México yo me he permitido criticas a santones como Revueltas, Carlos Fuentes, Poniatowska, García Ponce, la editorial Alfaguara, los concursos de Planeta, he puesto en duda la calidad de algunos textos de Pitol, he escrito textos bastante fuertes y heterodoxos en Sabado de Unmomásuno. Todo eso se paga y hay que asumir los riesgos. También he pregonado la calidad de muchos escritores mexicanos: Serna, Villoro, Eduardo Antonio Parra, Palou, Oscar de la Borbolla, Eusebio Ruvalcaba, José Agustín, Elena Garro, etc.
Pienso seguir practicando la sinceridad y escribiendo exactamente lo que quiero pues mi satisfacción no está en publicar sino en escribir... Aunque naturalmente me gusta publicar en editoriales de difusión masiva. Soy una persona con un alto autoaprecio y trabajo para estar a la altura de la opinión que tengo de mí persona. Hace poco una persona que ocupa un muy alto cargo me dijo: "Eres un ególatra insoportable". No dijo nada nuevo. No me ofende. Si he de pasar por ególatra y por insoportable y ese es el precio que debo pagar por mi integridad y honradez... lo acepto gustoso. Es mi deseo que en la comercialización encuentres la dicha o por lo menos la fortuna que publicar buenos libros no te pueden dar.
Marco Tulio Aguilera
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