En el Distrito Federal con Juan Villoro y Mayra Zepeda

febrero 24, 2012

Pero antes POR ÚLTIMA VEZ les dejo el vínculo en el que se anuncia la presentación de mi novela Historia de todas las cosas en el DF HOY jueves 23 de febrero a las 7 pm

http://mistercolombias.blogspot.com/2012/01/el-25-de-febrero-se-presenta-historia.html



Una foto tomada por Mayra Zepeda de Animal Político, en el Gillow
Cada vez que salgo de Xalapa comienzo a extrañarla: me hacen falta la natación y el básquet, mis rutinas, duermo poco (anoche escuché parte de La montaña mágica en mi Ipad y sólo así pude conciliar el sueño). Mi máneger no pudo venir por asuntos complicados con Hacienda. Un tío muy abusador se fue contento y nos dejó en una ratonera con muchos gatos rondando y con unos enredos fiscales que llevarían a Kafka al suicidio. Pero en el DF se encuentran cosas que no se hallarían en ninguna otra parte del mundo. Acabo de comprar El libro de las maravillas de Marco Polo por 40 pesos. Anoche llegué al Gillow, me instalé e inmediatamente fui al Centro Cultural Bella Época, de la Librería Rosario Castellanos. Quería cumplir con dos objetivos: ver el salón donde se presentará hoy mi novela Historia de todas las cosas y asistir a la presentación de un libro del gran Juan Villoro. Lleno total hasta las banderas, largos aplausos, los habituales elogios, larga fila para firmar libros. Un gran abrazo de Juan, al que no veo desde que presentó Poéticas y obsesiones en la Feria de Minería. Cotejamos los avances del tiempo: sigue con su facha y actitud de niño grandote, aunque con una calvicie que avanza; él habrá notado el recrudecimieinto de mis canas. Juan dicta clases en Princeton. Le regalé un libro mío. Prometió leerlo y escribir sobre él. Dijo que todo lo que escribo le interesa, me quejé del ninguneo en México, admiró mi disciplina deportiva y literaria, yo celebré su facundia y su don de encantar a chicos y grandes.
Viendo el salón abarrotado de fanáticos --que eso eran los asistentes-- imaginé que en mi presentación no habría ni un uno por ciento de asientos ocupados y eso en lugar de molestarme me dejó indiferente. No tengo presencia en los medios de prensa, no me publica una editorial con grandes medios, pero... escribo lo que quiero, como quiero y dándome todo el tiempo del mundo. De modo que mis libros son productos acabados, no apenas apuntes o novelas apresuradas, como las que publican los que están en la cresta de la ola publicitaria.
La entrevista con Mayra Zepeda Lindosojos, durante el desayuno, fue muy agradable, muy íntima, como si fuéramos hermanos, hablamos de mi Historia de todas las cosas, de amor, de erotismo, de literatura infantil. Ella me contó algo de sus cuitas: compartimos haber visitado el infierno. Prometí mandarle el archivo electrónico de El sentido de la melancolía.

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