25 de mayo. Campeonato Nacional Máster de Natación C/L en Zacatecas. Cuatro medallas a Garramuño
mayo 26, 2014 |
| Calentando motores el jueves |
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| Un poco de turismo, en la mina El Edén |
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| Mis dos primeras medallas: bronce en 1500 y 4o lugar en 200 |
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| Visita al mercado Río de La Plata e indigestión |
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| Con el equipoo ganador, Sport City; a mi derecha Carlos Romo ex olímpico y mundialista |
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| Este señor es uno de los más grandes nadadores de México actual, Carlos Fabre, naturalmente me ganó todas |
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| Con mis cuatro medallas: plata en cincuenta, bronce en 1500 | y dos de 4o lugar en 100 y 200 |
La primera competencia, el jueves, fue de 1500 metros. Inicié cautamente debido a que Zacatecas es demasiado alto. Después de 300 metros ya me sentía confiado. Hice 36 minutos (seis más de los que había planeado), pero ello me alcanzó para ganar medalla de bronce.
Por la noche me indigesté y el cansancio no me dejó dormir.
Al día siguiente hice los 300 donde tampoco estuve a la altura de mis tiempos de entrenamiento.
Los cien metros los nadé bien pero me tardé en tocar la meta y ahí perdí el bronce.
Creía que podía ganar oro en 50 metros porque se había dicho que el campeón imbatible, Carlos Fabre, no iba a asistir. Pues sí asistió y me ganó con un tiempo de 30 segundos (yo hice 38, muy lejos de mi 34 de entrenamiento).
Zacatecas es una de las màs bellas y aparentemente pacíficas de México). Abundan las mujeres hermosas de ojos claros. Hay poco indígenas (la mayoría fueon exterminados por los mercenarios norteamericanos que contrataron los gobernadores de México para acabar con los salvajes (eso está muy bien documentado en una novela que reseñé hace unos meses: Meridiano de sangre, de Cormac McCarty).
Una escena que observé en la que se puede intuir la violencia soterrada que hay en esta ciudad y territorio. Siete muchachas jóvenes, hermosas, en una camioneta de super lujo. Están fumando y tomando cerveza directamente de los tarros. Escuchan música a todo volumen.Obstruyen el tránsito. No se mueven. Nadie las molesta. Los agentes de tránsito pasan sin mirarlas. Gritan alborozadas, quieren que las vean.
Le pregunto al joven que atiende a los que llegan al hotel donde me estoy quedando.
Dice:
-Casi seguro que son las novias y las esposas de los narcos, que salen a divertirse mientras sus esposos andan por el norte de México haciendo sus masacres y desmadres. Ellos les dejan todo el dinero del mundo a sus viejas y ellas se juntan y salen a divertirse, a ver qué pescan. Pero casi nadie se les acerca. Dan miedo. Son demasiado hermosas y muy posiblemente estén vigiladas.
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