Arikel, teatrera, hace su diatriba contra la novela La insaciabilidad
abril 30, 2015
La publico sin corregirle una coma.
La
presentación de la novela “La insaciabilidad” de Marco Tulio Aguilera
Garramuño estuvo excelente. El público
con gran interés escuchó a los cuatro presentadores. Aunque al llegar a la casa
me surgieron ciertas inquietudes. ¿Por qué no invitaron a la mesa a una
escritora? Lo digo porque en la novela siempre está presente la figura
femenina. Además de que no estoy de
acuerdo con hay pocas mujeres
interesantes y las pocas se encargan de embrutecerse. El personaje de
Ventura se considera como un científico del amor que conoce a la mujer más que
a ella misma. Se dice fácil cuando se mira desde afuera como un espectador. En general no dicen nada nuevo, repiten con
autoridad de doctoras de la ley de lo aprendido en conferencias, lo que oyeron
de sus amigas más avezadas en los baños. ¡Falso! Las mujeres tienen una sabiduria
insondable, prenatal sobre el amor. A ellas ningún hombre puede enseñarles
nada. A pesar de esa afirmación. Insisto. ¿Por qué no hubo una
presentadora? Hubiera sido interesante tener a una violinista como
presentadora.
Ventura
despotrica contra todo. ¿Quién no lo haría después de desilusionarse del amor?
Una venganza contra el género culpable de sus desdichas? Sin embargo es parte
del estudio. El protagonista como buen científico se hace pedazos para después
reconstruirse. Diría Artaud. Un atleta
del corazón. Se lanza a la pista de carreras y lleva el cuerpo al límite
para implantar un nuevo record. Escribir una novela que se acerque a la
sinceridad, la hondura, la humedad magmática.. Justo como lo haría Dostoievski.
Marco Tulio se ha inclinado por la línea del erotismo como fuente de
autoconocimiento.
El
amor siempre está presente en la novela. Desde el desprecio hasta el cariño. Ambas
son sinónimos de amar. Parecido a la relación que tiene Ventura con sus
mujeres. Éstas lo aprecian muy a su manera. Como bien lo ha declarado el autor
en varias ocasiones. Su trabajo es en gran parte autobiográfico. Incluso puede
llegar a ser tentador en descubrir la fuente de inspiración. Algunos aparecen con su verdadero nombre como
sucedió con Raciel. El crítico de cine que trabaja para el Diario de Xalapa. En la vida real creo que trabaja para el Performance o algo así. Aunque esto no
se trata de chisme si no de literatura. El escritor tomará prestado algunas de
las historias de sus allegados. En Xalapa, que se ha llamado la Atenas
Veracruzana, se ha perdido la tradición de los siete sabios; ahora lo que
existe son los siete farsantes, un grupo de ancianos retóricos que están en
todas las fotos y celebraciones.
El personaje
de Atenea me resultó enternecedor. El felino que ve desde afuera del cual nunca
sabremos su opinión. Sólo observa el ir y venir de las acompañantes por la
habitación de Ventura. Éste igual que Atenea tienen el agudo sentido de
observación. Algo que el autor no enfatiza en los otros personajes. No es raro que las mujeres sientan rechazo a
tanto análisis. ¿Qué habría de descubrir si ya todo está dicho? Ventura se
obsesiona con la historia, la neta, descubrir la sabiduría que alberga en la
mujer. Una verdad no dicha y algo que merece ser escrito. Como lidiar con la musa que viene en forma de
una mujer. El Eros. Ese ser que provoca el estado del encantamiento. No creo
que Ventura se enamore en realidad. Lo que sí creo es que ama a la literatura
más que nada. Y esas historias se encuentran en cada una de las personas que
ligeramente merecerán su atención. Que
peligrosamente resultan encantadoras. Del cual me viene a la mente escribir
como: Esas ladronas del tiempo que me
impiden acabar mi novela.
Al principio
creí que el título de “La insaciabilidad” se refería a la avidez de la mujer.
No pensé que se tratará del personaje de Ventura. Hombre que nació con el gran
apetito de la curiosidad. De ahí el nombre del personaje. La novela se
convierte en un gran viaje en la cotidianidad de Ventura. Ahí quedan revelados
los miedos y alegrías de él. Entonces cuando me remito a la crítica de: No me gustan los momentos reflexivos. Resulta
ser una contradicción. Son los pensamientos del personaje. Tiene que tenerlos.
En la literatura todo está escrito. El detalle de las cosas. La descripción de
la vida. Y todavía se vuelve más contradictorio la crítica en estos tiempos se escriben capítulos cortos. Un Dostoievski se
hubiera tomado la osadía de hacerlo. De ahí que su escritura sea una
monstruosidad.
Creo que
Ventura se siente muy confiado acerca de cómo piensan las mujeres. No creo que
las conozca. Desde el principio el narrador es un hombre. No una mujer. ¿Cómo
se puede conocer algo que no se es? Es
una contradicción que me parece atractivo como lectora. Por eso reafirmo que fue un desacierto no
invitar a una escritora a la mesa. Me hubiera gustado oír su opinión acerca de
“La insaciabilidad”.
Arikel Gerom
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