Marco Tulio Aguilera Garramuño nunca para de escribir. A los 24 años publicó Breve historia de todas las cosas, su primera novela que estuvo y está a la altura de Cien años de soledad. Es decir, si la moneda hubiera caído de la otra cara, Marco Tulio tendría la misma o más fama que García Márquez. Es considerado un maestro del cuento erótico. Y para que no quepan dudas de su capacidad producción y su calidad, lleva escritos más de cuarenta libros, ganó infinidad de premios y agotó varias ediciones. Avisa que es Colombiano, mexicanizado. Es pura energía e iniciativa. Lo conocí en La presentación del libro “La utilidad del deseo” de Juan Villoro. En medio de una charla muy apasionada, Juan detuvo un ataque de verborragia. Fue repentino. Hizo un silencio y señaló al fondo del auditorio (éramos unas 300 personas), allí está uno de los más grandes novelistas y cuentistas que conozco, ese de camisa roja es Marco Tulio. Se quedó señlándolo como  si nos advirtiera: no se pueden perder una sola línea de lo que escribe este hombre.
Cuando todo había terminado, Marco Tulio se acercó y me dijo “hola ganador del premio Galindo tengo un regalo para usted: La honesta lujuria y  mi amistad. Me dio el libro y me estrechó la mano.