Me preguntarán qué sentido tiene que un hombre de casi 73 años se exhiba tan desvergonzadamente jugando al súper héroe. Me explico: en este mundo hay un culto a la juventud y a la belleza y un relegamiento y desprecio a los viejos. Yo estoy luchando contra esto y trato de demostrar que a los casi 73 se pude ser un atleta de alto rendimiento, un creador literario vigoroso y un hombre entusiasta (vanidoso, es claro) que no está en su casa padeciendo achaques a veces imaginarios o reales (pero superables) cuya única ocupación es esperar con terror la llegada de la muerte. Si llega la muerte que me agarre cantando y bailando... no chillando como un Jeremías. En el fondo soy un kantiano radical (¿a ver cuántos entienden esto, eh?)

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Me preguntarán qué sentido tiene que un hombre de casi 73 años se exhiba tan desvergonzadamente jugando al súper héroe. Me explico: en este mundo hay un culto a la juventud y a la belleza y un relegamiento y desprecio a los viejos. Yo estoy luchando contra esto y trato de demostrar que a los casi 73 se pude ser un atleta de alto rendimiento, un creador literario vigoroso y un hombre entusiasta (vanidoso, es claro) que no está en su casa padeciendo achaques a veces imaginarios o reales (pero superables) cuya única ocupación es esperar con terror la llegada de la muerte. Si llega la muerte que me agarre cantando y bailando... no chillando como un Jeremías. En el fondo soy un kantiano radical (¿a ver cuántos entienden esto, eh?)