Rector de la UNiversidad Veracruzana:

Aprovecho la oportunidad para saludarte y sumarme a la candidatura para el premio El Decano al que aspira Marco Tulio Aguilera Garramuño y que entrega la Universidad Veracruzana.

Desde hace años he sido testigo de su febril trabajo. Pocos autores han escrito con tanta pasión, o más aún, con tan fervorosa terquedad. Dueño de una obra vastísima (en alguna medida aún inédita), Aguilera Garramuño combina con fortuna el cuento, el ensayo y la novela, sin descuidar la horas dedicadas a la docencia o las presentaciones de libros.

Para alguien que sólo se dedica a la literatura, de espaldas a las exigencias del consumo y las veleidades de la moda, nada resulta tan merecido como el premio que otorga la Universidad Veracruzana.

También conviene valorar que Aguilera Garramuño ha proseguido en nuestro país el legado de otros autores colombianos, como Mutis, García Márquez o Vallejo, pero a diferencia de ellos se ha mantenido apartado de los circuitos en los que se promueve la literatura.

Su elección por Xalapa como lugar de residencia fue certera en un doble sentido: le permitió concentrase en su trabajo, sin las molestas fatuidades de la capital, y estableció un fecundo diálogo con una de las mejores universidades del país. Sin embargo, nadie ignora que en México también el reparto de prestigios está centralizado. Por ello resulta decisivo que el autor de Cuentos para después de hacer el amor reciba un reconocimiento en su ciudad de elección.

Aprovecho la oportunidad para reiterarte mi afecto de siempre.

Atentamente

Juan Villoro