EL AMOR Y LA MUERTE
mayo 24, 2010
El amor y la muerte¸ de Marco Tulio Aguilera Garramuño
Germán Castro Caycedo
Germán Castro Caycedo es un periodista colombiano que ha escrito libros muy interesantes sobre la guerrilla, la Amazonia, el narcotráfico. Sus obras siempre son acontecimientos en Colombia. El siguiente texto lo leyó en la presentación de mi novela en la Feria del Libro de Bogotá hace varios años. Ahora que según parece Alfaguara de México manifiesta interés en hacer una segunda edición he decidido publicar esta nota inédita escrita por un periodista de primera línea, quizás el más importante de Colombia.
Pienso que El amor y la muerte, novela de Marco Tulio Aguilera Garramuño, recientemente publicada por Alfaguara en Colombia,es una novela de calidad literaria y temática. El libro es la historia de una mujer, y de una familia, narrada a través de muchas voces, de cartas, de monólogos, mediante una estructura, yo diría, cronológica pero no convencional, es decir, de personalidad.
Se trata de la trashumancia de una mujer que nace en la Argentina de Perón, vive en la Colombia de la época de la Violencia —aquí todas las épocas han sido de violencia, pero el autor toma como referencia la de la década de los años cincuenta—; viaja a los Estados Unidos, donde vive en la marginalidad; luego en Costa Rica, en la Nicaragua sandinista, y regresa a morir a Colombia.
Monólogos y cartas recuperan acontecimientos, miradas particulares sobre momentos de la vida, mezclando con ellos algunas veces personajes reconocibles como Jorge Eliécer Gaitán, los hermanos Ortega y el Comandante Cero en Nicaragua y alusiones a políticos, a hechos notables, a libros de las últimas décadas del siglo XX.
La obsesión de Edith Viscontini, el personaje central, es la búsqueda insaciable de mundos nuevos, de personas y de lugares diferentes, característica de una Colombia que hoy desea huir de su propio país, lo cual en el libro configura un temperamento inestable y apasionado que gracias a la trashumancia vive instantes intensos tras los cuales regresa a su angustia de existir.
El amor y la muerte es un libro sin diálogos que concatena episodios históricos reales con experiencias. Y es un libro en el cual las experiencias vitales de los personajes revelan la oscilación que existe entre la ilusión y el desencanto surgidos en los países que la mujer recorre con sus hijos, ilusión y desencanto motivados por las experiencias vividas, como es el caso de la revolución sandinista en Nicaragua: primero, fe en las bondades del cambio y luego una gran decepción ante el fracaso de una experiencia que costó muchas vidas.
Igual sucede frente a Colombia. Primero emergen imágenes pictóricas y amables de algunas de sus ciudades y campos, vistas a través de la nostalgia de tiempos anteriores. Luego, el presente de caos y violencia.
Como la protagonista, los personajes secundarios, las voces, los monólogos corresponden también a la errancia y están marcados por una insatisfacción que no se sacia de ningún modo, llevando su paradigma del amor intenso al corte final de la muerte, al cual se desplazan todos los acontecimientos.
Pero a la vez en el libro se dibujan los rasgos de un continente asfixiado por sus propias insatisfacciones, en el cual, al fracaso de las utopías le siguen frustraciones recurrentes y luego de ellas, la incertidumbre que desde luego es intermporal, porque América Latina parece haber vivido de frustraciones.
Pienso que esta novela tiene fuerza narrativa y un interés indudable en el momento actual, no tanto como reflejo momentáneo, sino como una constatación de la intensidad de los deseos de la gente, frente a la falta de opciones que plantea la realidad.
Finalmente me parece que en El amor y la muerte existe un tramado complejo de los personajes y la historia, pero sobre todo, la fuerza de Edith Viscontini, la protagonista, un gran personaje, en este caso la agonista, a quienes sus parientes y amantes van definiendo desde sus puntos de vista personales en forma amorosa o ácida, según los instantes, de manera que el libro es también un retablo de contrastes que muestra desde la gran madre, la amante intensa, la mujer tierna y sometida, hasta el retrato de una mujer solitaria, insatisfecha, impávida ante la muerte y con la sabiduría de la vida.
Creo que con este libro, Marco Tulio Aguilera Garramuño demuestra la madurez del novelista capaz de profundizar en forma magistral dentro del alma y del cuerpo de uno de los personajes más fuertes, luego de una trayectoria literaria de dieciséis libros anteriores.
Germán Castro Caycedo es un periodista colombiano que ha escrito libros muy interesantes sobre la guerrilla, la Amazonia, el narcotráfico. Sus obras siempre son acontecimientos en Colombia. El siguiente texto lo leyó en la presentación de mi novela en la Feria del Libro de Bogotá hace varios años. Ahora que según parece Alfaguara de México manifiesta interés en hacer una segunda edición he decidido publicar esta nota inédita escrita por un periodista de primera línea, quizás el más importante de Colombia.
Pienso que El amor y la muerte, novela de Marco Tulio Aguilera Garramuño, recientemente publicada por Alfaguara en Colombia,es una novela de calidad literaria y temática. El libro es la historia de una mujer, y de una familia, narrada a través de muchas voces, de cartas, de monólogos, mediante una estructura, yo diría, cronológica pero no convencional, es decir, de personalidad.
Se trata de la trashumancia de una mujer que nace en la Argentina de Perón, vive en la Colombia de la época de la Violencia —aquí todas las épocas han sido de violencia, pero el autor toma como referencia la de la década de los años cincuenta—; viaja a los Estados Unidos, donde vive en la marginalidad; luego en Costa Rica, en la Nicaragua sandinista, y regresa a morir a Colombia.
Monólogos y cartas recuperan acontecimientos, miradas particulares sobre momentos de la vida, mezclando con ellos algunas veces personajes reconocibles como Jorge Eliécer Gaitán, los hermanos Ortega y el Comandante Cero en Nicaragua y alusiones a políticos, a hechos notables, a libros de las últimas décadas del siglo XX.
La obsesión de Edith Viscontini, el personaje central, es la búsqueda insaciable de mundos nuevos, de personas y de lugares diferentes, característica de una Colombia que hoy desea huir de su propio país, lo cual en el libro configura un temperamento inestable y apasionado que gracias a la trashumancia vive instantes intensos tras los cuales regresa a su angustia de existir.
El amor y la muerte es un libro sin diálogos que concatena episodios históricos reales con experiencias. Y es un libro en el cual las experiencias vitales de los personajes revelan la oscilación que existe entre la ilusión y el desencanto surgidos en los países que la mujer recorre con sus hijos, ilusión y desencanto motivados por las experiencias vividas, como es el caso de la revolución sandinista en Nicaragua: primero, fe en las bondades del cambio y luego una gran decepción ante el fracaso de una experiencia que costó muchas vidas.
Igual sucede frente a Colombia. Primero emergen imágenes pictóricas y amables de algunas de sus ciudades y campos, vistas a través de la nostalgia de tiempos anteriores. Luego, el presente de caos y violencia.
Como la protagonista, los personajes secundarios, las voces, los monólogos corresponden también a la errancia y están marcados por una insatisfacción que no se sacia de ningún modo, llevando su paradigma del amor intenso al corte final de la muerte, al cual se desplazan todos los acontecimientos.
Pero a la vez en el libro se dibujan los rasgos de un continente asfixiado por sus propias insatisfacciones, en el cual, al fracaso de las utopías le siguen frustraciones recurrentes y luego de ellas, la incertidumbre que desde luego es intermporal, porque América Latina parece haber vivido de frustraciones.
Pienso que esta novela tiene fuerza narrativa y un interés indudable en el momento actual, no tanto como reflejo momentáneo, sino como una constatación de la intensidad de los deseos de la gente, frente a la falta de opciones que plantea la realidad.
Finalmente me parece que en El amor y la muerte existe un tramado complejo de los personajes y la historia, pero sobre todo, la fuerza de Edith Viscontini, la protagonista, un gran personaje, en este caso la agonista, a quienes sus parientes y amantes van definiendo desde sus puntos de vista personales en forma amorosa o ácida, según los instantes, de manera que el libro es también un retablo de contrastes que muestra desde la gran madre, la amante intensa, la mujer tierna y sometida, hasta el retrato de una mujer solitaria, insatisfecha, impávida ante la muerte y con la sabiduría de la vida.
Creo que con este libro, Marco Tulio Aguilera Garramuño demuestra la madurez del novelista capaz de profundizar en forma magistral dentro del alma y del cuerpo de uno de los personajes más fuertes, luego de una trayectoria literaria de dieciséis libros anteriores.
2 comentarios
Ojalá Alfaguara la publique de nuevo. Felicitaciones! Excelente el texto de Germán Castro!
ResponderEliminarAmigos, Gabriel Ruiz A. / NTC … Nos Topamos Con … http://ntcblog.blogspot.com/ , ntcgra@gmail.com . Cali, Colombia, Abril 9, 2010
Habra que esperar. Las grandes editoriales son como edificios con una sola puerta pequeñita por la que quieren entrar al miusmo tiempo un montón de gordos...Y yo soy flaco, porque no tengo más poder que el de lo que escribo.
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