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UN POEMA DE FERNANDO DENIS

julio 03, 2011

La vida de este poeta duende es la más extravagante que haya conocido. Estrella fulgurante de la poesía colombiana. La vida de Apollinaire es una fábula triste al lado de la existencia de de Denis.
Si no ha leído a Fernando Denis se han perdido de algo grande. Les ofrezco un poema.
MT


Eróstrato

Cuando aún la noche doraba su pájaro
en la hondura del bosque
una excesiva belleza quemó mi mente.
Dije mi nombre. El más puro de todos los nombres.
El que había guardado intacto para la diosa.
Más allá de las arenas, como un árbol encendido,
en las aguas blanquísimas brillaba el río de Heráclito
y sus colores eran los mismos que llevaban
en sus trajes las doncellas.
Varias veces las vi hablando del fuego, y sus voces
Parecían crepúsculos en la oscuridad de la noche.
Yo estaba en mi cueva y sentía el olor de los arbustos.
Me visitaban premoniciones y seres extraños.
Algunos que vieron la media luna en mi pecho no durmieron,
un destello o un horror los invadía.
Porque fui desterrado del templo, apartado del oro inmenso

que brillaba en la colina,
dije palabras malditas para salvar mi soberbia.
Pero en sueños la voz de Éfeso me dijo
lo que purifica el fuego y sus colores,
entonces en mí ardió Artemisa.
Penetré en las cámaras sangrientas y rasgué el velo púrpura
que cubría el rostro de la diosa.
Cuando besé la piedra sagrada, más negra
que los bosques nocturnos donde cabalgaba el nombre
de la luna entre tumbas egipcias,
un amor antiguo resurgió en mi sangre
y se disgregó en el río;
un tiempo maravilloso de sueño se disgregó
en el sueño del fuego.
Mis manos retenían ahora los radiantes versos del hombre oscuro.
Los clavos de acero brillaron en mis ojos;
brillaron las dagas, brillaron las ofrendas que a Diana hacían los mortales.
El presente detuvo su resplandor en la antorcha donde leí los versos.
Después esa luz creció en el papel y se extendió en las tinieblas,
y el cielo se tiñó de bermejos vientos encendidos.
El fuego ardía en rojos leopardos que mordían el sueño
como el mar de la tarde muerde las palabras.
Mi nombre se confundió entonces con el nombre del fuego
mientras cantaba con oro en la voz
el griego reflejo que Heráclito dejó en el agua.

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1 comentarios

  1. Me voy acercar a su obra pero tengo mucho interés por iniciar por esa novela que es Historia de todas las cosas ¿cuándo va salir a la venta?
    Ojala que si sea así de congruente y critico en sus novelas. ¿En un momento comentó usted que el 95% de la crítica se puede descalificar entonces el otro 5% quienes son los que ejercen una crítica objetiva?

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