Mi querido Diario y Animal Político

febrero 29, 2012

EN ANIMAL POLÍTICO: EL ESCRITOR TIENE EL DERECHO A INVENTAR LO QUE QUIERA

http://www.animalpolitico.com/2012/02/historia-de-todas-las-cosas-una-oda-de-marco-tulio-aguilera-al-derecho-de-invencion/

ABAJO DE LA FOTO ESTÁN ALGUNAS PÁGINAS DE MI QUERIDO DIARIO
FOTO TOMADA POR MYRA ZEPEDA DURANTE LA ENTREVISTA
Convaleciente de un fuerte dolor de cintura motivado por el exceso de básquet después de una semana de faranduleo literario e el DF, ayer retorné a la escritura de Sin máscara frente al espejo. El tema que desarrollé es el de las envidias, riñas, mezquindades de los escritores, así como la creación de santones que parcen monigotes en manos de los políticos y de grupos de poder. Desnudé descaradament mis envdias y mis vicios, pues la idea no es glorificarme sino mostrarme tal como soy. Quiero escribir el anverso de Vivir para contarla: no sólo la gloria del escritor sino sus nimios infiernos. También me permití reírme de lo que aparentemente es mi "éxito",  el la presentación de mi novela Historia de todas las cosas, que recibió elogios desmesurados de parte de mis amigos René Avilés Fabila, Guillermo Samperio y Miguel Ángel Quemain. Aclaro: sí hubo una buena cantidad de asistentes en la presentación... pero ni un solo perodista, lo que es de alguna manera explicable, pues ya a casi nadie le interesa la cultura, los espacios en los medios son limitados (y estaban ocupados por noticias de la Feria del Libro de Minería) y yo  no repesento ningún poder en México. Notas sobre la novela han aparcido, bastantes, en España, Berlín, México, todas muy elogiosas, algunas, como digo, desmesuradas. René dijo que prefería mi obra en general a la de García Márquez; Samperio dijo que mi obra es supeior a la de Pitol, aunque a Sergio lo hayan tapado, y casi sepultado en premios. ¿Qué pensar de esto? ... Nada, ahora tengo que ir a desenredar un embuchado de Hacienda que nos dejó Fidel, ir al básquet, a una conferencia sobre Steve Jobs. Y na más. Hoy no voy a escribir. Ayer llegué a la página 75 de la novela... Páginas que no voy a publicar... por ahora. Pa no meterme en más líos con mis coetáneos próceres de la dependencia.
Ah, se me olvidaba: ayer cumplí años. Bastantes pero no suficientes. Celebramos en familia con un pastel y ¡listo! A seguir viviendo sin tantos aspavientos: el que envejece es el mundo, no yo.

RELACIONADAS

0 comentarios

Seguidores