SHAKA, LA JUANA DE ARCO DEL AMOR (MÁSCARA...)
junio 28, 2012Quise visitar a la polaca Shaka. Estaba semiadormecida, cubierto su espléndido cuerpo blanquísimo por una cobija celeste que dejaba vislumbrar uno de sus pezones, coronación maestra de la naturaleza. Amigo, estoy enamorada y llena de angustia, dijo, amo y no sé si me aman. Se quitó los anteojos horripilantes y lució el azul cristalino y glacial de sus ojos. Mi caballero ágila es un brujo de Catemaco que hace el amor como los dioses del Olimpo pero que no sabe decir palabras de amor, dijo. Bésame y vete, quiero escuchar a Chopin en soledad (la obsesión de Shaka por Chopin es una forma barata de exhibir su patriotismo distante, conjeturo). De modo que tuve que regresar a casa a tocar violín. Y el 12 de diciembre participé en una competencia de 10 000 metros. El relato de la carrera ocupa ocho páginas de mi libreta del 82. En la meta me estaba esperando Shaka. Ayer le pedí que pasáramos un par de horas juntos. ¿No perjudicará tu rendimiento en la carrera?, preguntó. Al contrario, dije, me relaja y luego duermo bien.
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