Carta abierta a la Junta de Gobierno de la Universidad Veracruzana concerniente a la elección del próximo rector
julio 20, 2013
Como académico con más de treinta años de trabajo en la
Universidad Veracruzana, ex miembro del Consejo Editorial de La Palabra y el Hombre, director fundador por quince años de La Ciencia y el Hombre, y
como escritor-representante de la Universidad Veracruzana en diversos foros
nacionales e internacionales, me permito expresar mi opinión y mi opción en lo
que se refiere al proceso de selección
del próximo rector de esta institución.
Prefiero evitar comentarios, positivos o negativos, sobre
los diversos postulantes, a quienes en realidad no conozco, sino a través de
los opacos velos de los medios de difusión masivos, y limitarme a expresar mi
opción (mi opinión) por una persona que sí conozco desde hace muchos años. Me
refiero a quien fuera uno de los tres o cuatro colaboradores asiduos,
brillantes, que aportaron no sólo trabajos de investigación y divulgación, sino
ideas, presencia real y actividad constante, a La Ciencia y el Hombre,
revista científica institucional que tuve el privilegio de dirigir durante
quince años.
Abundantes publicaciones nacionales e internacionales,
alto rendimiento académico en sus
estudios de maestría y doctorales, miembro de importantes sociedades
científicas (Society For Neurosciences, European Society for Neurosciences, New
York Academy of Sciences y otras), persona de carácter asertivo, con roce
internacional, conocedor de los intríngulis de la academia y de la
administración universitaria, conocedor de los idiomas básicos, el doctor
Porfirio Carrillo me parece la persona idónea para culminar los proyectos
positivos que se han puesto en marcha durante los rectorados del doctor Raúl
Arias Lovillo (caracterizados por la cercanía de la alta autoridad con todos
los estamentos universitarios) y para enderezar algunos defectos y rezagos que
indudablemente existen en nuestra institución).
Hay un aspecto de la personalidad del doctor Carrillo que a
mí me parece digno de ser destacado: su gusto por la lectura culta, más allá de
la lectura propia de las áreas de las ciencias que frecuenta. Un hombre culto
no es un hombre mezquino ni inmediatista. Un hombre culto tiene criterio y
fuerza de carácter para defender no sólo sus opiniones sino para enfrentar con
argumentos las de los demás, cuando no coinciden con las propias. Me parece que
el doctor Carillo es este tipo de persona.
Por las anteriores razones conjeturo que el doctor Carrillo
podría ser un buen rector. Expreso mi opinión con entera sinceridad. Hay otros
candidatos que me parecen dignos del cargo pero evito hablar de ellos porque,
como decía, no los conozco personal y profesionalmete.
Marco Tulio Aguilera Garramuño
Escritor e investigador de la Editorial de la Universidad
Veracruzana
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