La seducción en la obra de Marco Tulio Aguilera Garramuño
octubre 11, 2013
Por si algún día no están haciendo el amor y gustan de leer Cuentos para antes, después y en lugar de hacer el amor, Marco Tulio Aguilera Garramuño podría orientarlos y orientarlas. Aguilera es un escritor colombiano residente en Xalapa y autor de unos 35 libros; entre ellos Historia de todas las cosas; Mujeres amadas, su primera novela; Los placeres perdidos, Premio José Eustasio Rivera y El amor y la muerte, finalista del Premio Alfaguara, en España. No mencionaremos en esta breve entrevista todas sus publicaciones, que lo hacen parecer altivo algunas veces.
Emprendimos con el autor una charla sobre la fragilidad del ser humano, quizá un poco ontológica; hicimos preguntas que muchas veces no arrojaron respuestas, sino más dudas.
Manejas el tema del erotismo y la seducción en tu obra, pero ¿para ti qué es la seducción?, ¿cuáles son los elementos que la definen?
Seducción es la emoción, la atracción indefinible, la conmoción que causa una persona sobre otra u otras personas. Seductor es el que despierta las energías dormidas, los afectos, incluso los instintos primarios de sus semejantes. La seducción tiene un componente de egolatría y un componente de generosidad y éstos están distribuidos de forma diferente en las personas, de ahí que exista el seductor egoísta y el seductor generoso. Esto tiene que ver tanto con la literatura como con actos amorosos. He escrito sobre ese tema y de cómo el escritor debe ser básicamente un seductor del lector, uno que lo atrape, lo emocione, le cause reacciones positivas y lo envuelva para poseerlo. El escritor debe poseer al lector, de modo que éste quede satisfecho con la lectura. Lo mismo sucede o debe suceder en los actos eróticos: acercamientos por medio de diversos procedimientos que pueden ir de lo intelectual a lo fisiológico. El seductor de personas y el escritor seductor buscan placer egoísta y placer altruista: quieren dar y recibir placer. Y con ello persiguen uno de los objetivos fundamentales de la vida: ser felices y hacer felices a los demás.Estos dos elementos, tanto la seducción como el erotismo ¿cómo los relacionas con el amor?, ¿son elementos del amor o qué significan para ti?
Es la discusión de siempre. Hay un librito mío que se llama Eso que llaman amor qué diablos es, lo escribí con seudónimo y trata sobre ese tema. Yo pienso que el erotismo plenamente desarrollado incluye el amor; y el erotismo autista busca solamente el placer fisiológico, lo que es indudablemente un erotismo limitado. Uno de los placeres más grandes del acto erótico no es solamente librarse de energía y de secreciones, sino compartir un momento y disfrutarlo. Cuando una pareja le da gusto al cuerpo, luego se da la espalda y cada quien mira para el otro lado, en realidad se está masturbando. Lo hermoso del amor y el erotismo es compartir los dones del cuerpo y después dormir abrazados, entregados el uno al otro. Ahora, esto suena utópico, incluso falso, medio cristiano. La aspiración del ser humano debe ser buscar la plenitud y ésta se sólo se halla en el amor correspondido. Considero que al erotismo se debe llegar por la vía del amor y al amor por la vía del erotismo. Octavio Paz lo ha dicho muy claramente en un libro que se llama La llama doble1. Dice que el amor y el erotismo son parte un mismo proceso y no están separados. Es como una llama que arde con dos llamas que se unen y forman una sola.¿Cómo pueden pervertirse estos elementos, el erotismo y la seducción? En los medios de comunicación, por ejemplo.
Yo pienso que el 99% del amor que ejercemos es perverso. Realmente uno alcanza momentos de erotismo y amor pleno en muy contados instantes. Fuera de esos instantes de comunión o epifanía, todos los demás son acercamientos, situaciones provisionales, masturbaciones mutuas. Los momentos como de iluminación, de ver a Dios en la mujer o en el hombre, de entrega total, son muy pasajeros. Es posible alcanzarlos, pero muy difícil prolongarlos, perpetuarlos. Y sin embargo uno debe aspirar a eso. Sin embargo, uno no puede ser tan ingenuo de creer que si uno encuentra la pareja “ideal” a partir de entonces todos van a ser momentos de explosión, fuegos artificiales y éxtasis. Casi todo el tiempo vivimos mediocremente y uno tiene que entender esto para poder vivir de manera consciente y para poder sobrevivir en equilibrio. La rueda de la fortuna sube y baja implacablemente. Tontos son los que se deprimen cuando están en el fondo. Siempre hay que tener presente que la vida es sube y baja interminable.¿Qué piensas sobre el papel que juega la era virtual en las relaciones humanas?
Pienso que los jóvenes tienen que administrar su tiempo para formarse, para leer, independientemente de los medios virtuales, que cada vez facilitan la existencia, y que paradójicamente forman personas más ineptas para afrontar la vida real. Los jóvenes deben despegarse de la adicción al facebook, twitter, etc para poder sobrevivir en el medio ambiente de afuera, donde las personas se ganan el pan de cada día y establecen relaciones reales, con tacto, olfato, oído, vista. Si se dejan atrapar por las redes virtuales los jóvenes, y los viejos, claro, se convertirán en entidades apáticas, que habitarán en una nube virtual, y que probablemente fracasen en sus relaciones afectivas y en su vida social y laboral. La tecnología, aunque es cultura, se está transformando en anticultura. El mundo del espíritu, la gran literatura, la música “culta”, las más altas manifestaciones de creatividad del ser humano les serán cada vez más ajenos: se convertirán en analfabetas espirituales. Las nuevas tecnologías informáticas dan procedimientos para facilitar la comunicación pero también quitan mucho tiempo de vida “real”. Sin embargo, no podemos satanizarlas, son los medios de hoy, nosotros los viejos tenemos que entender eso. Todo esto que está sucediendo irá hacia alguna parte: de pronto incluso hasta los libros, la agricultura, las universidades vayan a ser, dentro de unos cuantos siglos, desechables. Lo ideal es que no lo sean, pero estamos frente a una nueva lógica que debemos comprender. Por ejemplo, el impacto de esos medios virtuales en las relaciones humanas: antes acercarse a una chica era muy difícil, uno tenía que someterse a una serie de rituales larguísimos, y llegar a enamorar o acostarte con una mujer era como tocar el cielo y ahora entiendo (no he practicado eso todavía) que en muchos casos se trata simplemente de establecer un contacto por un medio virtual y… uno, dos, tres, al matrimonio o la camita, como el Topo Gigio. En algunos casos, no digo todos, se ha facilitado tan grandemente el acceso a las demás personas que se ha perdido el valor del trabajo de acercamiento a la intimidad. Y el que se queda fuera de ese juego de facilitar las cosas es el amor: el amor se gasta en relaciones intrascendentes, se gastan las relaciones humanas y se gasta uno. El que tiene muchas relaciones a veces termina por no tener ninguna. Pero también el otro extremo es pernicioso: si uno se queda a la espera del ‘príncipe azul’ o ‘la mujer de la vida’, se puede quedar en el umbral y nunca entrar en una relación duradera. Lo conveniente es encontrar un justo medio: ni prolongar demasiado las cosas ni amor o sexo express. De todos modos la conquista del erotismo y el amor es un partido que cada quién debe jugar solo.Para ir concluyendo ¿qué opinas sobre el auge del libro electrónico?
Mira, yo entré a un curso de libro electrónico y me salí rapidísimo porque no entendí nada. Y no he definido mi opinión sobre eso; quiero poner un libro electrónico en Amazon, nada más para probar. A estas alturas de la vida ya tengo más o menos 35 libros impresos en varios países por todo tipo de editoriales: desde independientes hasta universitarias, pasando por editoriales hegemónicas como Alfaguara. El resultado de este trabajo de casi 40 años es una situación estable, en la que tengo lectores en muchas partes del mundo. Sin embargo sigo siendo un escritor marginal. Mis libros no están en las mesas de novedades de Madrid, Nueva York o Buenos Aires. Pero pienso que no haber alcanzado el “éxito” multitudinario me ha permitido seguir escribiendo tranquilo, sin transformarme en un escritor turista que está perdiendo el tiempo en todas las ferias del mundo. A cambio de esta falta de “éxito” he podido escribir con tranquilidad una obra que considero sólida. Hasta la fecha no se ha difundido mucho el gran proyecto que tengo terminado y publicado a medias: siete novelas seriadas: es un proyecto del tamaño de En busca del tiempo perdido. Ya están publicadas Mujeres amadas, Las noches de Ventura, La pequeña maestra de violín, La hermosa vida. El próximo año espero ver publicadas La plenitud del amor y La insaciabilidad. Ya tengo terminada y en negociaciones El sentido de la melancolía. Y a la última, Sin máscara frente al espejo le falta una revisión final.Para culminar la entrevista vale la pena mencionar que el escritor Aguilera Garramuño toda su vida ha sido un deportista disciplinado. Actualmente es nadador máster del equipo Halcones de la Universidad Veracruzana. Habitualmente participa representando al equipo universitario en competencias en varios estados, en las que generalmente cosecha entre 4 y 6 medallas.
Xalapa, 20 de septiembre de 2013
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