Noche sin fortuna: Andrés Caicedo en carne viva
diciembre 30, 2013Por Cortesía de Guillermo Lemos, Descabezadero ofrece la película Noche sin fortuna, en la que se revelan muchos de los secretos de un escritor que tras su suicidio se convirtió en mito.
NOCHE SIN FORTUNA
Véala completa en este enlace:
http://big-sur.com.ar/arte-audiovisual/audiovisual-arte.php?Id=116&t=Noche+Sin+Fortuna&a=Alvaro+Cifuentes+%2F+Francisco+Forbes&Id_a=438
La primera vez que vi a Andrés Caicedo fue en casa de sus padres. Le llevé un cuento mío -imitación de uno de Poe- para que lo leyera. Lo aprobó sin mucho entusiasmo. Años después lo visité en una casa en el barrio San Antonio. Me prestó el manuscrito de Que viva la música. Lo leí acostado en un patio cubierto de cemento, sin plantas. Esas fueron las únicas oportunidades en que nos encontramos. No fuimos amigos. Su mundo era muy diferente al mío. Yo era atleta, no soportaba la salsa ni el rock, me desvivía por la música clásica. Estudiaba violín. Andrés era rockero, adicto a las drogas, cinéfilo y tenía un grupo muy cerrado de amigos, que nunca fueron mis amigos.
Véala completa en este enlace:
http://big-sur.com.ar/arte-audiovisual/audiovisual-arte.php?Id=116&t=Noche+Sin+Fortuna&a=Alvaro+Cifuentes+%2F+Francisco+Forbes&Id_a=438
La primera vez que vi a Andrés Caicedo fue en casa de sus padres. Le llevé un cuento mío -imitación de uno de Poe- para que lo leyera. Lo aprobó sin mucho entusiasmo. Años después lo visité en una casa en el barrio San Antonio. Me prestó el manuscrito de Que viva la música. Lo leí acostado en un patio cubierto de cemento, sin plantas. Esas fueron las únicas oportunidades en que nos encontramos. No fuimos amigos. Su mundo era muy diferente al mío. Yo era atleta, no soportaba la salsa ni el rock, me desvivía por la música clásica. Estudiaba violín. Andrés era rockero, adicto a las drogas, cinéfilo y tenía un grupo muy cerrado de amigos, que nunca fueron mis amigos.
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