Entrevista: Cali, años 60
abril 02, 2015Club de Ególatras de Cali, durante el homenaje a MT en la Hacienda Barú, de Armando Barona |
Si
bien has dado innumerables entrevistas y hay abundante información tuya en
internet (¡en tus activísimos y completos blogs!), quisiéramos hacer algo
novedoso, profundo y útil. ¿Qué preguntas no te han hecho que quisieras
responder?
No me
han preguntado si soy un hombre sincero. Mi respuesta es sí, soy sincero, a
veces demasiado, y eso me ha conseguido un buen número de enemigos.
¿Que
se te ha quedado en el tintero?
Creo
que nada se me ha quedado en el tintero: he escrito mucho y sobre muchos temas.
No tengo tabúes ni restricciones.
¿Qué
aspectos fundamentales y claves sobre la persona de MTAG (pasado, presente y
futuro) y sobre sus obras habría que destacar?
Soy
demasiado ansioso, tengo demasiada energía, me reconozco ególatra, y soy noble,
muy buen amigo, especialmente de las personas a las que considero mis
iguales. Sobre mis obras hay un aspecto que pocos críticos han tocado: es
el hecho de que en nada de lo que he escrito me he limitado a contar historias:
siempre hay, me parece, un planteamiento filosófico.
¿"Todo"
ha sido dicho sobre sus obras?
No
creo. Lo que sí es claro es que se ha dicho mucho, en general, tengo que
decirlo, muy positivo. El 98 por ciento de lo escrito sobre mi obra es
entusiasta. Por eso valoro cuando alguien descalifica lo que he escrito.
¿En
los últimos 60 o 50 años - post boom-, que obras de autores vallecaucanos o
afincados aquí destacaría?
La
trilogía de novelas del Amazonas escrita por William Ospina.
¿Y a
nivel nacional?
Los
ejércitos y En
el lejero de Evelio Rosero. Sus otros libros me parecen inferiores.
¿Cuál
fue la sensación dominante durante la pasada estancia en Colombia?
Me
sentí como un fantasma. A excepción de los que fueron a mis conferencias y
talleres, y de los amigos escritores que me hicieron una divertida recepción de
ególatras en la Hacienda de Armando Barona, rumbo a Buenaventura, nadie se
enteró. Los medios de prensa me ignoraron. Si no hubiera sido por NTC y la
Revista de Libros y Letras de Jorge Consuegra, habría pasado por Colombia
como un fantasma. Lo bueno es que cumplí con a varios objetivos previamente
trazados: encuentros con editores, algunos negocios editoriales y, sobre todo,
re encuentro con mis parientes. Sin olvidar, claro la visita que hice al Porce,
la hacienda de Gardeazábal, a donde voy casi en peregrinación, para reunirme
con mi maestro y amigo, a quien hallé más sano que yo.
¿Cual
ha sido la mejor entrevista que, en tu concepto, te han hecho? ¿O las mejores?
¿Están en internet?
Una de
las mejores entrevistas es la que me hizo Edgar Onofre. Está en la siguiente
dirección…
También
hay una buena video entrevista hecha por Rodolfo Calderón Vivar en
Otra
muy buena entrevista fue la que me hizo Félix Ramiro Lozada, publicada en la
revista virtual Otrolunes que se publica en Berlín
Podrías
dar información y detalles de antecedentes y tu llegada y vida en Cali,
tu vida y paso por la Universidad del Valle, profesores, condiscípulos, amigos,
mantenimiento de amistades y cercanías, anécdotas…
Llegué
a Cali a principios de la década de los 70. Vine de Costa Rica, con el objetivo
de estudiar Medicina en la Universidad del Valle. A última hora cambié: decidí
inscribirme en Filosofía. En Filosofía tuve profesores que me parecieron
soporíferos y otros magníficos. El mejor fue el español Francisco Jarauta,
quien dirigió mi tesis, que tuvo el peregrino y provocador título de Fenomenología
de la creación literaria: introducción a mi narcisismo.Mientras estudiaba
Filosofía comencé a escribir cuentos, me inscribí en el Taller Literario de
Gustavo Álvarez Gardeazábal, publiqué mis primeros cuentos en el Magazin de El
Espectador; a los 24 años vi publicada mi novela Breve
historia de todas las cosas en Buenos Aires. Viajé a Kansas,
donde estudié una maestría y di clases. Gané varios concursos de cuento, viajé
a México. Primero estuve en Monterrey y luego, hasta ahora, en Xalapa, donde
soy académico de carrera desde hace más de 30 años.
He
mantenido viva la amistad con Gardeazábal y con otros escritores. He escrito
gran cantidad de artículos sobre autores colombianos: Tomás González, Rosero,
William Ospina, el mismo Gardeazábal, Santiago Gamboa. Regreso a Colombia no
con mucha frecuencia a Ferias del libro, conferencias, talleres, a ser jurado
de concursos.
¿Qué
ha sido lo más destacado de tu carrera?
Dos
libros míos han tenido grandes ventas: Cuentos para después de
hacer el amor (lleva 13 ediciones en varios países) y El
pollo que no quiso ser gallo (a la fecha ha vendido casi 40 000
ejemplares). Mi más grande éxito crítico ha sido Historia
de todas las cosas, novela de la que se ha dicho lo inimaginable. Lo más
cerca de volverme rico y famoso fue cuando fui finalista en el Premio Alfaguara
en España, hace diez años. He sido orador inaugural del Congreso de Literaturas
Hispánicas en Pensylvania varias veces. He publicado más de 30 libros en varios
países. He sido tres veces premiado por el Estado de Veracruz como Creador con
Trayectoria y Creador Artístico. He estado becado por varios meses en el Centro
Banff para las Artes en Canadá. He recibido más de 30 premios entre nacionales
e internacionales. Todo eso ha sido lo destacado, lo visible. Pero lo más
importante de todo es que a estas alturas de la vida me he ganado la
posibilidad de escribir con tranquilidad, sin presiones, con un horario
relajado, y que tengo mi vida resuelta en términos económicos. Todo lo anterior
es magnífico. Lo que me parece triste es que mis libros no estén disponibles en
Colombia y que de las nuevas generaciones casi nadie me conozca.
Garramuño
tiene tres blogs que son visitados por personas de todo el mundo
http://www.misterkolombias.blogspot.com
0 comentarios