Nadando contra la corriente... como siempre
diciembre 11, 2018
Ayer domingo 9 de diciembre de 2018 fui con mi mánager, LL, a las aguas termales de Carrizal, en Veracruz, y volví a hacer lo que acostumbro cada vez que voy a ese sitio: nadar contra la corriente del río Los Pescados, que pasa al lado de la gran piscina de aguas maravillosas donde los visitantes exhiben sus ombligos y los dones de sus naturalezas, a veces no tan donairosos. Allí el curso de agua que baja del Cofre de Perote, fría en extremo, forma un remanso no tan apacible y río arriba se encuentran unos rápidos que son ideales para nadar contra la corriente.
Mi máneger accedió a tomar dos vídeos del entrenamiento (porque de eso se trata, de un entrenamiento dominical, que me sirve de preparación para el próximo Campeonato Nacional Máster de la Federación Mexicana). En esta ocasión mi entrenadora no se opuso a que me metiera a luchar contra la corriente porque sabe que a mis casi 70 años todavía puedo emprender actos atrevidos sin que corra riesgos de quedar viuda. O tal vez porque ya aceptó que es inútil oponerse a mis imprudencias.
LL tomó dos vídeos. Éste es el segundo...
Mi máneger accedió a tomar dos vídeos del entrenamiento (porque de eso se trata, de un entrenamiento dominical, que me sirve de preparación para el próximo Campeonato Nacional Máster de la Federación Mexicana). En esta ocasión mi entrenadora no se opuso a que me metiera a luchar contra la corriente porque sabe que a mis casi 70 años todavía puedo emprender actos atrevidos sin que corra riesgos de quedar viuda. O tal vez porque ya aceptó que es inútil oponerse a mis imprudencias.
LL tomó dos vídeos. Éste es el segundo...
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