Hoy, con 5 grados centígrados, me levanté a jugar básquet en la Cancha del Gimnasio Universitario. Con un equipo no muy bueno, nos enfrentamos a la selección de la Veracruzana. (Aclaración tardía: No era la selección, sólo un buen equipo de muchachos). No jugué muy bien. Perdimos, sin embargo metí dos encestes, uno de ellos de espaldas al tablero. Ahora, a las cuatro de la tarde, estoy molido de cansancio. Saldremos en familia rumbo a la montaña a comprar leña para la chimenea. (Aclaración tardía: hubo cambio de clima y ya no fuimos).

Volví a corregir la novela del Amazonas. Ahora está en España, buscando su camino. Ahora que terminé dos trabajos grandes (el otro es la reescritura de Historia de todas las cosas), me ocuparé de la realidad. Mañana entrego calificaciones. Con pena he de decir que 25% de los muchachos de Artes Plásticas reprobaron. El mismo porcentaje de Danza también reprobaron. El nivel de la enseñanza del castellano en la Veracruzana es vergonzoso... Tengo que decirlo.

Cambiando de tema... Mi rector preferido, Raúl Arias Lovillo, me escribe un e mail: dice que debo participar en la carrera de los 5000 del Sindicato Académico, no en la de 3500. Y es que antes yo le había escrito que una vez que cumpla los 60 años de edad quiero bajar el ritmo de la actividad física. Cumpliré los 60 el 27 de febrero de este año.