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EL ESCRITOR FRENTE A LA CRITICA: GABO, SCHULTZ

julio 12, 2010

Muchos escritores dicen que no les importa la crítica. Mercedes Barcha dice que GGM no lee lo que escriben sobre sus obras. Sí le creo. Pero también creo que esa actitud es reciente. No creo que a ningún artista deje indiferente lo que el público y los lectores opinan sobre sus obras.A mí sí me importa. No es que esté inseguro de la calidad de lo que publico, sino que me interesan las reacciones que suscitan mis trabajos. Si hay algo que me ha mantenido vivo y activo como escritor es una fe salvaje en mis obras. Si no creyera que voy a escribir algo mejor que El Quijote, no escribiría (¿who dixit?). Bruno Schultz dice que para escribir "lo que se necesita es una fe ciega, una especie de crédito ilimitado en uno mismo". De acuerdo: si no creyera ciegamente en lo que hago hubiera desistido en mi intento de publicar Cuentos para después de hacer el amor que fue rechazado trece veces y hoy tiene 18 ediciones en tres países; si no hubiera creído con fe de caballo con orejeras no habría sacado adelante la publicación de El pollo que no quiso ser gallo, que ya tiene dos ediciones y diez reimpresiones (35 000 ejemplares en México).
Es por ello que me interesa leer lo que se escribe sobre mis libros. Veamos qué ha pasado con mi novela más reciente, Agua clara en el Alto Amazonas: un excelente texto de presentació de Joaquín Diez Canedo, Director del Fondo de Cultura Económica; una inmejorable y ditirámbica reseña del español Fernando Tascende; un comentario muy positivo de Gustavo Álvarez en el programaLa Luciérnaga en Colombia; un comentario no del todo positivo de Raúl Hernández, que me dijo que él hubiera omitido una parte del libro; una bellísma reseña del poeta uruguayo Saúl Ibargoyen (inédita; me la envió por e mail). La presentación del libro en la Feria de Puebla fue casi un fracaso, lo que atribuyo a la mortal desidia de Fomento Editorial de la Universidad de Puebla. No sé si el libro ya está distribuido pero, la verdad, ese es asunto ajeno a mí. El caso es estoy lejos de ser un autor de difusión masiva y eso, aunque no lo crean, no me preocupa mucho. El hecho de que soy un genio, es indudable... Que no lo reconozca el mundo y no caiga de rodillas, no es problema mío sino del mundo. (No estoy bromeando... y si por esto le caigo mal a mucha gente, mejor... así alejo la posibilidad de que me estén jodiendo... Cuidado: soy ponzoñoso. ¿Es que acaso hay otra forma de escribir bien sobre este mundo?
Por otra parte, espero que haya crítica adversa. Es la mejor: enseña y hace crecer. Sobre mi primera novela Breve historia de todas las cosas hubo aproximadamente 50 reseñas: la que más recuerdo es la más cruel, de Miguel Donoso Pareja, que dijo que mi novela era un plagio de Cien años de soledad.

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