MARIO MENDOZA, DANIEL FERREIRA, ELMER MENDOZA, LIBROS COMPRADOS, COMENTARIOS LEVES Y BENIGNOS SOBRE LA FERIA DEL LIBRO UNIVERSITARIO

mayo 23, 2011

Libros comprados en la Feria del Libro Universitario de Xalapa:
La prueba del ácido, de Elmer Mendoza (compré la novela haciendo un acto de fe y de amistad: ninguno de los libros de Elmer después de Balas de plata me ha gustado: se lo dije y él me respondió: "No escribo para hacer pensar sino para divertir" El caso es que no me han divertido: me parecen flojos, superficiales y mal escritos). Voto por que La prueba del ácido me guste.
El cantante de muertos, de Antonio Ramos (editor de Jus, que va a publicar nuevas ediciones de mis Cuentos para después de hacer el amor y Cuentos para antes de hacer el amor).
Una: la historia de Piiter y Pii, de la catalana Lolita Bosch (conocida en Facebook) (Ya la leí: una novela breve, inquietante: publiqué una nota sobre ella en facebook).
19Q4, de Murakami (de quien se dice que es EL novelista del siglo: ¿será?)
Dos libros muy caros de Neuromárketing para mi hijo el Gato, que va a escribir el primer libro sobre el tema en México.
De mi novela Mujeres amadas se vendieron TODOS  los ejemplares  disponibles en la Feria: aproximadamente 150.
Todos mis otros libros disponibles se agotaron: la novela Agua clara en el Alto Amazonas. El libro de entrevistas con García Márquez Poéticas y obsesiones. También Maelstrom agujero negro, el volumen donde publiqué lo que no me había  atrevido a publicar en mis libros anteriores.
Se agotó el primer libro de cuentos infantiles de mi querida esposa, LL: La ratona de la Sorbona.
Tal vez mañana escriba para mis lectores una crónica picante de la Feria del Libro Universitario.
Doy gracias a la revista virtual Alcalor político, a La Jornada Veracruz y a El Diario de Xalapa por los amplios espacios que dedicaron a mis conferencias y actividades. Me pregunto dónde estuvieron los amigos de la Prensa Universitaria durante la Feria. Dos colombianos dictaron deslumbrantes conferencias: Mario Mendoza y Daniel Ferreira. El Premio Latinoamericano Sergio Galindo lo ganó otro colombiano. Ya leí el manuscrito de la novela. Prefiero guardarme los comentarios. Me gustaría preguntarle a los miembros del jurado si leyeron las novelas del concurso o solamente cobraron.
El oso de la Feria lo hizo Alvaro Enrigue, hablando en medio de una especie de sopor, diciendo insensateces, poniendo en ridículo a la Universidad Veracruzana, burlándose del CONACULTA --donde trabaja: "Al fin y al cabo pronto me voy a retirar"; "Publicamos 25 000 ejemplares de los libros de la Colección Sergio Pitol Traductor: no sé que vamos a hacer con ellos". "Yo creía que la bodega de la Editorial de la Universidad Veracruzana era la cajuela del coche del director de la Editorial". Algo curioso: cuando Enrigue recibió mi tarjeta estuvo a punto de irse de espaldas, literalmente se fue de espaldas: se echó hacia atrás como si hubiera visto a Satanás. Venía en representación de CONACULTA  y representando el papel de Consuelo Sáizar. Prefiero no describir la forma en que iba vestido. Sólo haré un comentario literario sobre sus tenis. ¿Será que Anagrama no le da para lavarlos? Lo curioso es que frente al público se acordó de su propio nombre: todo lo demás lo había olvidado: nombres de autores, el título del libro que estaba presentando. Admirable  el talento histriónico --muy superior-- de este funcionario cultural que dice haber estado en más presentaciones de libros de las que puede soportar un hombre que quiera conservar una salud mental socialmente presentable. Punto y aparte. Dicen que cuando hablo levanto ampollas. Ni me doy cuenta, lo juro. Soy un hombre sincero de donde crece la palma.

RELACIONADAS

0 comentarios

Seguidores