CARTA DE MARIO MENDOZA. RECUERDO DE TOMÁS GONZÁLEZ

noviembre 30, 2009




¿QUÉ SENTIDO TIENE ESCRIBIR HOY?

Tomás a la izquierda; Mario a la derecha.

Mario Mendoza, autor de Satanás, Buda Blues y Pago de sangre es uno de esos escritores admirables que escriben por placer y cuyos libros, todos, o por lo menos los que he leído, son estremecedores, escritos con rudeza, a veces incluso con descuido. Su fuerza está en lo que cuenta, no en cómo lo cuenta. Conocí a Mario en Medellín y congenié con él. Es difícil encontrar en la insoportable fauna de los escritores a un escritor modesto e interesado en los demás. Mario es esa rara avis. Acabo de recibir una carta suya que quiero compartir con mis visitantes (aclaro que Mario autorizó su publicación).

Marco Tulio,
yo cada vez creo más en que no hay que preocuparse por el mundo de las publicaciones, la crítica y demás. Nosotros nunca podremos controlar ese universo, que, en gran medida, está regido por el mercado, es decir, por el capitalismo. La belleza no tiene nada que ver con eso. Los ritmos de la oferta y la demandan están muy lejos de la estética. Así que lo mejor es seguir camellando a fondo sin preocuparnos por eso. Yo incluso estoy preparado todos los días para retirarme, para en algún momento dado no publicar más. Si las editoriales algún día me cierran las puertas, quizás me hagan un favor. Seguiré leyendo y escribiendo por el simple placer de vivir allá, adentro, en los libros, donde la realidad siempre es más reveladora. Así que, cuando llegue, bienvenidos sean la lejanía y el silencio.
La carta anterior me recuerda una conversación que tuve con el escritor colombiano Tomás González en Coney Island. Durante una semana pernocté en su apartamento en Nueva York. Hicimos una caminata a la orilla de la playa. Tomás, que es un hombre tan modesto como Mario, y extremadamente solitario, me decía que a él poco le interesaba publicar. Que lo suyo era escribir y que su felicidad consistiría en escribir una novela interminable, que lo mantviera ocupado el resto de la vida.
Tomás regresó a Colombia y vive en Chía, localidad cercana a Bogotá. Poco se sabe de él. Sus novelas son sencillas, profundas y conmovedoras.
Otro testimonio semejante he recibido de un querido amigo escritor cubano, Félix Luis Viera, que leyó las notas anteriores y escribió en un breve texto:
MT:
Coño, terrible las conclusiones de estos dos escritores colombianos, lo peor de todo es que tienen razón. Últimamente he recibido observaciones semejantes de otros escritores compatriotas míos.

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4 comentarios

  1. MT:
    Coño, terrible las conclusiones de estos dos escritores colombianos, lo peor de todo es que tienen razón. Últimamente he recibido observaciones semejantes de otros escritores compatriotas míos.
    Félix Luis Viera

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